El Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) ha publicado un nuevo estudio que muestra los tipos de mejoras en las infraestructuras que pueden contribuir a impulsar una adopción del vehículo eléctrico más amplia. Hace referencia a la instalación de estaciones de recarga en calles residenciales y de cargadores rápidos en autopistas, entre otras cosas.
Las claves del estudio del MIT sobre posibles mejoras en las infraestructuras para aumentar la presencia de vehículos eléctricos en las carreteras se han publicado en la revista Nature Energy en un artículo de la profesora asociada de estudios de energía del MIT, Jessika Trancik; la estudiante de posgrado Wei Wei; el postdoctorado Sankaran Ramakrishnan y el antiguo alumno de doctorado Zachary Needell SM ’15, PhD ’18.
La investigación ha contado con el apoyo del fondo Feder de la UE, el Programa de Desarrollo Regional de Lisboa Portugal, la Fundación Portuguesa para la Ciencia y la Tecnología y el Departamento de Energía de Estados Unidos.
Identificación de soluciones de recarga
Aumentar la penetración de la movilidad eléctrica en la flota de vehículos personales es una actuación central de las políticas de mitigación de los efectos del cambio climático a nivel local, estatal y federal en Estados Unidos. En este sentido, un objetivo del estudio del MIT fue “comprender mejor cómo hacer realidad estos planes para la electrificación rápida de vehículos”, explica Trancik.
Los investigadores han utilizado datos recopilados de dispositivos de rastreo GPS en vehículos, además de resultados de encuestas sobre los hábitos y necesidades en la conducción diaria, incluidos datos detallados del área de Seattle e información general de EE.UU., con el objetivo de identificar soluciones de carga que encajen en las actividades cotidianas de la población.
Con el fin de priorizar los tipos de mejoras en la infraestructura de recarga de vehículos eléctricos, el equipo de investigación examinó cómo la población se mueve a lo largo del día y del año, y dónde se detiene, para comprender mejor su comportamiento e identificar dónde podría efectuar una recarga sin interrumpir sus actividades cotidianas.
Estaciones de recarga rápida en autopistas
Según el estudio, los llamados “días de alta energía” -cuando los conductores consumen más energía de la habitual para sus necesidades de movilidad- pueden darse solo un puñado de veces al año. Sin embargo, pueden ser el factor decisivo en la toma de decisiones sobre la adquisición de un vehículo eléctrico. En este caso, los investigadores proponen proporcionar un fácil acceso al transporte alternativo para esos “días de alta energía”.
Aunque la tecnología de las baterías está mejorando y ampliando constantemente la autonomía de los vehículos eléctricos, no resulta suficiente para satisfacer las necesidades de todos los conductores y lograr reducciones rápidas de las emisiones. En este sentido, resulta esencial la estrategia a la hora de ubicar la infraestructura de recarga.
Según los investigadores, para fomentar el despliegue de cargadores eléctricos, los legisladores federales pueden hacer uso de incentivos para el sector privado, así como poner en marcha entornos de pruebas para testar la expansión de la infraestructura de carga a través de asociaciones público-privadas. Por su parte, los gobernantes estatales y locales pueden impulsar la innovación por parte de las empresas.
En su análisis sobre los hábitos de conducción en Seattle, el equipo del MIT descubrió un impacto positivo al agregar estaciones de recarga rápida en las autopistas y al aumentar la disponibilidad de vehículos alternativos de largo alcance. Los efectos positivos aumentan al hablar de viviendas con puntos de recarga rápida, lugares de trabajo con cargadores o carga pública nocturna.