Los 27 jefes de Estado y de Gobierno de los 27 países miembros de la Unión Europea han llegado a un acuerdo para fijar un objetivo vinculante de reducción neta de las emisiones de gases de efecto invernadero de al menos un 55% -en lugar del 40%, como estaba previsto hasta ahora- de aquí a 2030, con respecto a los valores de 1990. Así lo ha anunciado la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en la Cumbre de Ambición Climática celebrada el pasado fin de semana.
Para alcanzar la meta de una UE climáticamente neutra para 2050, conforme al Acuerdo de París, el Consejo Europeo ha refrendado el objetivo de reducción de emisiones de al menos un 55% de aquí a 2030, propuesto por la Comisión Europea el pasado mes de septiembre. Al intensificar la ambición climática, se pretende impulsar el crecimiento económico sostenible, crear empleo, generar beneficios medioambientales y de salud para la ciudadanía, y contribuir a la competitividad mundial de la economía europea a largo plazo gracias a la promoción de la innovación en tecnologías ecológicas.
Los dirigentes de la UE han destacado la importancia de movilizar fondos públicos y capital privado, y se han comprometido a destinar a la acción por el clima al menos un 30% del importe total del gasto del presupuesto plurianual europeo y de Next Generation EU.
Las medidas para reducir las emisiones en un 55% para 2030 ya están en marcha. “Desde impulsar la energía renovable, crear valles de hidrógeno y producir baterías más sostenibles hasta lanzar una ola de renovación de edificios, descarbonizar el transporte, y proteger y restaurar nuestra naturaleza”, ha asegurado la presidenta de la Comisión Europea durante la Cumbre de Ambición Climática celebrada de forma telemática el pasado fin de semana.
La Comisión Europea presentará una propuesta legislativa
Para fomentar la elaboración de normas comunes de financiación ecológica, el Consejo Europeo ha instado a la Comisión a que presente una propuesta legislativa de norma de la UE sobre bonos verdes a más tardar en junio de 2021, así como a evaluar la mejor manera de que todos los sectores económicos contribuyan al objetivo de 2030, y a que presente las propuestas necesarias para tal fin acompañadas de un examen del impacto económico, medioambiental y social en cada Estado miembro.
La Comisión Europea será la encargada ahora de pensar modos de reforzar el régimen de comercio de derechos de emisión (RCDE), proponer medidas para que las industrias de gran consumo de energía puedan desarrollar e implantar tecnologías innovadoras climáticamente neutras sin pérdida de competitividad, sugerir un mecanismo de ajuste en frontera de emisiones de carbono para garantizar la integridad medioambiental de las políticas de la UE y evitar la fuga de carbono de un modo compatible con las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC), así como abordar las preocupaciones suscitadas en relación con el reparto de los esfuerzos, la equidad, la rentabilidad, la explotación forestal, la utilización de la tierra, el aumento de las emisiones y la reducción de los sumideros provocada por los efectos adversos del cambio climático.