La Comisión Europea ha adoptado nuevas medidas en el marco de la agenda de la Década Digital para reforzar la soberanía digital en Europa. Así, ha publicado una recomendación en la que insta a los Estados miembros a impulsar la inversión en infraestructura de conectividad de banda ancha de muy alta capacidad, incluido el 5G.
La Comisión Europea ha publicado una recomendación en la que pide a los países comunitarios el desarrollo, de aquí al 30 de marzo de 2021, de un enfoque común en forma de un conjunto de herramientas que contenga las mejores prácticas para desplegar redes fijas y móviles de muy alta capacidad, incluida la 5G.
Estas medidas deben estar orientadas a reducir el coste y aumentar la velocidad de despliegue de las redes de muy alta capacidad, con especial atención a la eliminación de obstáculos administrativos innecesarios; facilitar un acceso oportuno al espectro radioeléctrico 5G y fomentar las inversiones de los operadores en la expansión de la infraestructura de red; y establecer una mayor coordinación transfronteriza para las asignaciones de espectro radioeléctrico, con el objetivo de apoyar servicios de 5G innovadores, en particular, en los sectores del transporte y la industria.
Recomendación europea sobre la conectividad rápida
Estas orientaciones son especialmente importantes para posibilitar una movilidad conectada y automatizada, así como para dotar a las principales vías de transporte en Europa de una cobertura 5G ininterrumpida de aquí a 2025, especialmente en carreteras, ferrocarriles y vías navegables interiores.
Sin embargo, hasta medidos de septiembre de 2020, los Estados miembros y Reino Unido habían asignado una media del 27,5% de las bandas pioneras de 5G, por lo que la recomendación de la Comisión Europea hace hincapié en evitar o minimizar cualquier retraso en la concesión de acceso al espectro radioeléctrico para garantizar que se desplieguen oportunamente las redes 5G.
Igualmente, destaca la necesidad de asegurar que las redes 5G sean seguras y resilientes. En este sentido, los países comunitarios han trabajado conjuntamente con la Comisión y la Agencia de la Unión Europea para la Ciberseguridad (ENISA) en un conjunto de herramientas para abordar los riesgos de estas redes.
Por otra parte, la recomendación también se basa en la Directiva sobre la reducción de costes de la banda ancha, por lo que insta a los Estados miembros a compartir y acordar las mejores prácticas con arreglo a dicha directiva. Es decir, deben apoyar unos procedimientos de concesión de autorizaciones más sencillos y transparentes, mejorar la transparencia, ampliar los derechos de acceso de los operadores de red y mejorar la eficacia del mecanismo de resolución de litigios.
Próximos pasos
La Comisión Europea pide en la recomendación que los países miembros determinen y compartan las mejores prácticas en relación con el conjunto de herramientas antes del 20 de diciembre de 2020, y que se pongan de acuerdo sobre la lista de mejores prácticas a más tardar el 30 de marzo de 2021.
En el mismo ámbito, la Comisión prevé dos nuevas acciones: la actualización de su plan de acción sobre 5G y 6G en 2021, y la revisión de la Directiva sobre reducción de costes de la banda ancha.