La Consejería de Fomento y Medio Ambiente de Castilla y León está colaborando con la Diputación de Ávila en el desarrollo de nanosensores para controlar la calidad del aire. El municipio abulense de Navarredonda de Gredos es el emplazamiento elegido para realizar una comparativa con los sistemas oficiales de medición, en el marco del proyecto NanoSen-AQM del programa europeo Interreg-Sudoe.
El Programa Interreg-Sudoe apoya el desarrollo regional en el sudoeste de Europa, financiando proyectos transnacionales a través del fondo Feder, en temáticas como cambio climático y riesgos ambientales. En este contexto, el proyecto NanoSen-AQM, en el que colaboran la Junta de Castilla y León y la Diputación de Ávila, ha desarrollado equipos de medición de la calidad del aire con nanosensores. Con la participación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas – Instituto de Tecnologías Físicas y de la Información ‘Leonardo Torres Quevedo’, la Junta de Extremadura, las universidades de Extremadura, de Évora y Coimbra en Portugal, el área metropolitana de Barcelona, dos empresas españolas y dos laboratorios franceses.
Los sistemas oficiales para la medición de la calidad del aire son costosos y requieren un mantenimiento frecuente, por lo que solo se pueden colocar en puntos muy concretos para luego extrapolar los datos a zonas en las que no hay equipos de control. Así, el desarrollo de sistemas de bajo coste, como los nanosensores, facilitan la monitorización de forma masiva y distribuida, aunque pierden precisión con respecto a los equipos oficiales.
Primeras pruebas en Navarredonda de Gredos
La Consejería de Fomento y Medio Ambiente de Castilla y León ha aportado los equipos oficiales de medición para contrastar y validar los datos recogidos con respecto a los recabados por los sistemas diseñados en el marco del proyecto. Para ello, se ha elegido Navarredonda de Gredos, una ubicación que suele presentar los niveles de ozono más elevados de la comunidad en verano.
Además, se podrá confirmar la extensión de las zonas en las que los niveles de este contaminante son altos, para comunicarlo a la ciudadanía a través de sistemas electrónicos y así permitir que adopten medidas de autoprotección. En esta línea, está prevista la instalación de un amplio número de sensores en áreas donde se realizan actividades al aire libre.
Los nanosensores desarrollados también miden otros contaminantes como el dióxido de nitrógeno y diversas fracciones de partículas, que serán contrastados con los equipos de la Unidad Móvil de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente.