El proyecto europeo Ruggedised se desarrolla en seis ciudades de la UE con el propósito de mejorar la calidad de vida de la ciudadanía a través de soluciones de transporte, tecnología digital y energía, que se integran en plataformas de gestión urbanas hacia la consecución de urbes más inteligentes y resilientes. Coordinado por la ciudad de Róterdam (Países Bajos), cuenta con una duración de cinco años y un presupuesto global de 19.508.671,37 euros -con una aportación de 17.692.858,41 euros por parte del programa de financiación europeo Horizonte 2020-.
Desde finales de 2016, Ruggedised se encuentra en pleno desarrollo de espacios urbanos impulsados por una movilidad sostenible e inteligente, una energía segura, asequible y limpia, y herramientas y servicios inteligentes que conformen ciudades resilientes para un futuro sostenible.
De cara a su finalización el 31 de octubre de 2021, el proyecto marca tres objetivos: en primer lugar, mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, ofreciendo un entorno urbano limpio, seguro, inclusivo, atractivo y asequible; reducir los impactos medioambientales de las actividades de la ciudad, logrando una reducción notable de las emisiones de CO2, un importante aumento en la inversión y uso de fuentes de energía renovables, y un mayor despliegue de vehículos eléctricos; y por último, crear un entorno atractivo para el desarrollo económico sostenible, a través de la generación de empleos verdes, el fomento de la participación ciudadana y el impulso de empresas emergentes y existentes para aprovechar las oportunidades de la economía digital y el IoT.
Ruggedised se está haciendo realidad en tres ciudades faro -Róterdam, Glasgow (Escocia) y Umeå (Suecia)- y en tres “ciudades seguidoras” -Brno (República Checa), Parma (Italia) y Gdansk (Polonia)-, con el objetivo último de escalar cada una de las soluciones propuestas a otras ciudades europeas.
Róterdam, hacia una economía inteligente y sostenible
Entre las actuaciones de smart city que se están implementando en la ciudad holandesa de Róterdam, se encuentran los aparcamientos con puntos de recarga eléctrica inteligentes, el despliegue de autobuses eléctricos de cero emisiones, un alumbrado inteligente y eficiente, una red térmica que conecta varios edificios de gran tamaño con el fin de optimizar la distribución del calor y del frío, y la gestión inteligente de los residuos. La totalidad de los datos recogidos por estas soluciones se podrán visualizar en 3D en una plataforma de gestión urbana.
En una investigación publicada recientemente por la Universidad Erasmo de Róterdam en la revista académica ‘Transportation Science’ en el marco de Ruggedised, el estudio de las rutas, el trayecto y los horarios de los autobuses ha mostrado la importancia de optimizar el proceso de carga, de manera que se minimice el impacto sobre la red eléctrica para alcanzar más fácilmente la electrificación total del transporte público.
De esta manera, la ciudad ha definido una estrategia para lograr la transición de una economía impulsada principalmente por combustibles fósiles a una economía basada en el uso de fuentes de energía sostenibles. Esta transformación será posible gracias al crecimiento del sector de las TIC, con el uso de internet, el big data, la robótica y diferentes sensores, que ayudarán a cambiar el modelo actual.
Smart street en el centro de Glasgow
Por su parte, Glasgow se centra en el desarrollo de una smart street en el centro de la ciudad. Entre los trabajos en la urbe escocesa, se encuentra el fomento de la utilización de vehículos eléctricos para mejorar la calidad del aire y reducir las emisiones de CO2, la demostración del uso de la recarga eléctrica, un sistema de alumbrado inteligente con función de carga integrada, la maximización del consumo de energía generada localmente y un sistema de gestión de la demanda energética.
En un informe de aplicación publicado en el sitio web del proyecto, se explica que el alumbrado ya conecta a la ciudad con otras soluciones inteligentes a través de una red de comunicación inalámbrica. Una plataforma recopila, analiza y permite visualizar los datos para contribuir a la toma de decisiones, reducir la pobreza energética y proporcionar a la ciudad herramientas para gestionar la demanda de la red eléctrica.
Entre otras cosas, esta herramienta permitirá desplegar infraestructura de recarga para vehículos eléctricos donde exista un mayor nivel de demanda, pues muestra la ubicación de puntos de carga tanto en la smart street como en el resto de la ciudad, así como la frecuencia con la que se utilizan.
Un distrito universitario inteligente en Umeå
La tercera ciudad faro, la sueca Umeå, acoge un distrito universitario innovador que está implementando soluciones energéticas de fuentes 100% renovables, el control inteligente de edificios, una estación de autobuses eléctrica, infraestructura de recarga para vehículos eléctricos, tecnología de gestión de la demanda energética y una plataforma de datos abiertos.
Su plataforma de ciudad inteligente integra datos de fuentes públicas y privadas, así como información recogida por los sensores repartidos por la urbe. De esta manera, ofrece la posibilidad de combinar y filtrar los datos para examinar los resultados y contribuir a la toma de decisiones, además de posicionarse como un punto de encuentro entre ciudadanía y políticos, a fin de realizar la planificación urbana de forma conjunta.
Plataformas de gestión urbanas
Según un estudio de Erasmus Center for Data Analytics, socio del proyecto Ruggedised, que cubre 80 ciudades europeas y sus esfuerzos por explotar datos a fin de monitorizar y mejorar la infraestructura y los servicios urbanos, las cuatro razones más destacadas por las ciudades para implementar plataformas de gestión urbana son: mejorar las operaciones de la ciudad, optimizar la toma de decisiones, estimular la innovación y nuevos servicios, y mejorar la sostenibilidad ambiental.
El informe revela que el 70% de las ciudades están usando estándares abiertos para desarrollar sus plataformas y que estas se encuentran en diferentes niveles de adopción: un 44% está en la primera fase de exploración y planificación, un 25% en la etapa de construcción e implementación, y un 31% ya cuenta con una plataforma operativa.
Además, durante la pandemia del COVID-19, estas plataformas de datos han cobrado especial relevancia. Por ejemplo, la información compartida por los ciudadanos, los sensores de tráfico o los puntos wifi de acceso público se están utilizando para evaluar la efectividad del distanciamiento social.
Un ejemplo de ciudad en fase de implementación es la coordinadora de Ruggedised, Róterdam, que está construyendo un gemelo digital que permitirá la participación de todas las partes interesadas. Así, los ciudadanos podrán codiseñar la ciudad con los planificadores urbanos, probando diferentes ideas y opciones en la plataforma, en lugar de a través de complicados y costosos estudios.
El estudio concluye con tres recomendaciones para avanzar en materia de plataformas de gestión urbanas: los gestores de las ciudades deben comprometerse a invertir en estas infraestructuras esenciales para las urbes del futuro, las instituciones y gobiernos estatales deben fomentar su adopción a nivel regional o local mediante incentivos, y los ayuntamientos han de trabajar en el aumento de la confianza de la industria y la sociedad.