El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) ha abierto a información pública la Estrategia de Descarbonización a Largo Plazo (ELP) hasta el 30 de septiembre de 2020. Marca la hoja de ruta para lograr que las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en España sean neutras no más tarde de 2050, señalando las oportunidades que ofrece la descarbonización en términos de empleo, atracción de inversiones, activación y transformación de la economía y mejora de la competitividad empresarial e industrial.
El documento perfila, bajo criterios de cohesión social, equidad y transición justa, la trayectoria que permitirá que el consumo final de energía –incluyendo el de edificios, transporte y sectores económicos– sea plenamente renovable a mediados de siglo, mejorando la salud y calidad de vida de la ciudadanía e incidiendo en la conservación de la biodiversidad y la adaptación al cambio climático.
La transición que marca la ELP posibilitará que España reduzca no más tarde de 2050 sus emisiones de GEI en un 90% respecto a los niveles de 1990, lo que supone alcanzar la neutralidad climática. Se pasará de los 334 millones de toneladas de CO2 equivalente (MtCO2eq) de 2018 a un máximo de 29 MtCO2eq en 2050. Para ello, el 10% restante será absorbido por los sumideros de carbono (bosques, humedales, etc.), que podrán almacenar unas 37 MtCO2eq.
En línea con el Acuerdo de París
La ELP se marca como objetivo cumplir con el Acuerdo de París sobre Cambio Climático, al tiempo que maximiza las oportunidades económicas de la transición energética.
Esta estrategia proporciona, a partir del conocimiento científico-técnico disponible, señales a medio y largo plazo a los inversores, agentes económicos, sociales y medioambientales, así como al conjunto de la sociedad española, para anticipar y planificar la transición hacia una economía climáticamente neutra, identificando los potenciales efectos positivos sobre el desarrollo económico, el empleo y la salud de las personas y del medio ambiente.
La transición energética, ya en marcha, tendrá como primera referencia el PNIEC 2021-2030, que contempla la senda de descarbonización de la próxima década, alcanzado hitos como una generación eléctrica renovable de un 74% en 2030 y un 42% de contribución renovable sobre el consumo de energía final, en línea con el Pacto Verde Europeo.
La visión que plantea la ELP, a partir de 2030, deberá ser concretada en los sucesivos PNIEC que desarrolle España, en cumplimiento de su compromiso con la UE, para los periodos 2031-2040 y 2041-2050.
Mejora de la calidad del aire
La transición marcada por la ELP tendrá un impacto positivo en la salud y calidad de vida de la ciudadanía, pues las diferentes trayectorias en cada sector permitirán reducir la presencia de contaminantes primarios asociados a la polución atmosférica, y por lo tanto, mejorar la calidad del aire.
El dióxido de azufre (SO2), los óxidos nitrosos (NOx) y las partículas PM2.5, disminuirán un 55%, un 38% y un 36%, respectivamente, en 2050.
Movilidad sostenible e inteligente
La neutralidad climática supone una oportunidad para mejorar la totalidad de la cadena de valor de la industria, así como para generar nichos de negocio. Se fortalecerá el desarrollo tecnológico mediante la inversión de recursos en la búsqueda de nuevas soluciones para la descarbonización, mejorando así la estructura de investigación e innovación, a la vez que se incrementa la competitividad del conjunto de la economía.
Según la ELP, el despliegue de energías renovables permitirá que el sector industrial nacional refuerce su posición actual de liderazgo en estas tecnologías, abriendo nuevas vías de desarrollo en el ámbito del almacenamiento o el hidrógeno renovable, que también serán necesarias para avanzar hacia una movilidad inteligente, conectada y sin emisiones.
La transformación del sector del transporte estará protagonizada por los cambios modales, para lo cual será decisiva la participación de las entidades locales; el incremento de la eficiencia energética y la digitalización.
Estas transformaciones darán comienzo con la aplicación del PNIEC, y continuarán en las siguientes tres décadas con medidas como la mejora de la electrificación en el transporte por carretera, la potenciación de los combustibles renovables o la integración de la planificación urbanística en el sector. En este sentido, se estima que reduzca drásticamente sus emisiones en 2050, restando únicamente las emisiones de ciertos modos, como por ejemplo la aviación.
Múltiples dimensiones
El carácter transversal de la ELP, marcada por sus múltiples dimensiones, hace que esté en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible impulsados por Naciones Unidas. La ELP está guiada por el mismo marco de inclusión y erradicación de las desigualdades al que aspira la totalidad del Marco Estratégico de Energía y Clima de España: el Proyecto de Ley de Cambio Climático, el PNIEC 2021-2030, el PNACC 2021-2030, la Estrategia de Transición Justa y Estrategia de Pobreza Energética. Estos documentos, junto con la ELP, sientan las bases de la modernización de la economía española, la creación de empleo, el impulso industrial, el desarrollo del medio rural, la mejora de la salud de las personas, el medio ambiente y la justicia social.
Se pueden presentar contribuciones a la ELP hasta el próximo 30 de septiembre a través de este enlace.