El Ayuntamiento de Ámsterdam (Países Bajos) ha adjudicado al fabricante gallego Setga la producción de más de 40.000 luminarias LED de última generación por valor de diez millones de euros para renovar su alumbrado público.
A finales de 2019, la capital holandesa lanzó un concurso internacional para la renovación integral de un tercio de su infraestructura de alumbrado público. Por un importe de diez millones de euros, incluye un total de 42.000 puntos de luz LED, ampliables a 50.000.
El proceso de concurrencia competitiva se ha basado en criterios de sostenibilidad ambiental y social, en la reducción del coste total de propiedad a largo plazo de la tecnología LED propuesta y la minimización de su impacto en la salud pública, confort y bienestar de la ciudadanía.
Tras el proceso de análisis y verificación técnica de las características y la trazabilidad de los productos propuestos, Setga ha sido la empresa mejor puntuada por el consistorio de Ámsterdam, y por lo tanto, la seleccionada para llevar a cabo la transformación de iluminación pública. Ya se ha iniciado el contrato de suministro de equipos LED entre el municipio y el fabricante, que transcurrirá hasta 2022.
Fabricación sostenible
Uno de los factores mejor valorados por el Ayuntamiento de Ámsterdam ha sido la garantía de fabricación integral de las luminarias de Setga en Europa Occidental, lo que ayuda a minimizar la huella de carbono derivada de la producción.
Asimismo, ha valorado positivamente la modularidad de los equipos LED e intercambiabilidad de todos sus componentes mecánicos y electrónicos, que aseguran la extensión de su vida útil y la actualización futura de la tecnología.
Por otra parte, Setga tuvo en cuenta que la ciudad holandesa posee faroles con un diseño emblemático, por lo que incluyó en su propuesta la posibilidad de actualizar su tecnología a sistemas LED que maximicen las prestaciones sin alterar la estética y con criterios de economía circular.
Los criterios en materia de salud y confort del contrato limitaban los índices de deslumbramiento y la temperatura de color a los 3000K mediante tecnologías que neutralizan el pico de azul a fin de proteger el cielo nocturno y respetar los ritmos circadianos de la ciudadanía. En este sentido, la modularidad del sistema podría permitir a Ámsterdam la implantación de la tecnología Circadionic de Setga en un futuro, variando las temperaturas de color en función de la hora del día y las necesidades puntuales de la vía.