Banco Santander y la empresa de tecnología y servicios de recarga Ibil han desarrollado un nuevo sistema de gestión de pagos para la recarga de vehículos eléctricos. Entre las novedades que presenta, evita la necesidad de integrar el terminal de pago y no requiere de aplicaciones móviles.
El nuevo sistema de pago para la recarga de vehículos eléctricos ideado por Banco Santander e Ibil pretende facilitar a los negocios la prestación de servicios de recarga de forma económica, además de una experiencia de uso más intuitiva y un proceso de pago rápido a los usuarios, sin necesidad de instalar una app ni de facilitar datos personales.
El lanzamiento comercial está previsto para el próximo mes de septiembre. Permitirá el pago a través de Bizum o tarjeta de crédito de cualquier entidad, y en un futuro se incorporarán mecanismos adicionales como PayPal, PayGold, Apple Pay, Samsung Pay o Google Pay.
Novedades para negocios y usuarios
El anteproyecto de ley de transición energética y cambio climático contempla que diversos negocios cuenten con puntos de recarga en los próximos años, como es el caso de las estaciones de servicio de mayor tamaño y los aparcamientos con más de 20 plazas en edificios terciarios. Además, el Plan Moves II proporcionará ayudas para la instalación de sistemas de recarga y la adquisición de vehículos sostenibles.
En este contexto de impulso a la movilidad eléctrica, el nuevo sistema de pago evita la necesidad de integrar el terminal de pago -el equipo específico para aceptar pagos con tarjetas contactless- en los puntos de recarga, y al no requerir de una app, se evitan desarrollos de sistemas tecnológicos y su mantenimiento, que no están al alcance de los pequeños negocios.
Por su parte, los conductores de vehículos eléctricos solo tendrán que escanear con el móvil el código QR existente en el punto de recarga y elegir la forma de pago, por lo que no tendrán que descargar ninguna aplicación ni introducir sus datos.
Asimismo, este sistema está disponible para puntos de recarga ya instalados y que hasta el momento no hayan podido ser explotados comercialmente. Para los establecimientos, el único requisito es disponer de un TPV Santander, mientras que Ibil se encargará del mantenimiento y operativa del terminal de recarga. En cuanto a aquellos que no dispongan de una infraestructura previa, ambas compañías ofrecen una solución llave en mano.