La Comisión Europea, con la coordinación del centro tecnológico español CARTIF, y en el marco del programa Horizonte 2020, ha puesto en marcha el proyecto Nemo. Participan 18 socios de 11 países con el objetivo de crear una solución global y escalable que mejore la calidad del aire y reduzca el impacto acústico del tráfico en las ciudades europeas.
El proyecto Nemo desarrollará un sistema de teledetección para medir las emisiones y la contaminación acústica producida por el tráfico. Así, la solución se integrará en las infraestructuras viales, ferroviarias y marítimas para que pueda ser estandarizado, fácil de usar y capaz de funcionar sin supervisión para una vigilancia continua. Una de las pruebas piloto se realizará en el puerto de Valencia, con el fin de testear las soluciones desarrolladas en su interfaz marítima.
CARTIF coordina el proyecto Nemo
Uno de los objetivos del proyecto es implantar una nueva y optimizada solución autónoma de detección remota, que identificará los vehículos que produzcan contaminación acústica y atmosférica, para poner esta información a disposición de los sistemas de peaje o acceso.
Asimismo, se desarrollará una solución integral para mitigar las emisiones y el ruido de los vehículos que circulan, que incluirá la optimización de la textura de los pavimentos y el diseño de una barrera multifuncional.
Los trabajos, coordinados por el centro tecnológico CARTIF, cuentan con un presupuesto total de 6,5 millones de euros y está previsto que se desarrollen en un plazo de 36 meses, es decir, hasta abril de 2023.