La tecnología ha demostrado ser una gran aliada durante la crisis sanitaria generada por el COVID-19, así como en las fases de la desescalada y en la progresiva vuelta a la nueva normalidad. Lo ha podido comprobar la ciudad inteligente de Onda, en Castellón, que a través de la recogida de datos mediante sensores, monitoriza el municipio con el fin de gestionar mejor todos sus recursos y servicios para ofrecer una mejor calidad de vida a la ciudadanía.
Onda es un municipio de la provincia de Castellón, con 25.000 habitantes, que ha implantado un sistema de smart city global. Se trata del proyecto denominado ‘Onda hacia una ciudad inteligente’, financiado al 50% por fondos europeos Feder y ejecutado por la UTE Pavapark–Nunsys, en colaboración con el Ayuntamiento de Onda.
El grueso de los trabajos se consolidó desde diciembre de 2018 hasta finales de 2019. Entre las actuaciones realizadas, se encuentran la sensorización de 13 verticales diferentes, que incluyen servicios municipales como aparcamientos públicos, contenedores, iluminación del carril bici, control de aforos o riego de zonas verdes urbanas; una plataforma de gestión, un cuadro de mandos municipal y un Sistema de Información Geográfica (SIG).
‘Onda hacia una ciudad inteligente’
El proyecto ‘Onda hacia una ciudad inteligente’ se estructura en doce actuaciones principales. Así, el primer punto desarrollado en el plan es la instalación de sensores para la monitorización de la calidad ambiental y acústica, que permiten conocer en tiempo real la calidad del aire para informar al ciudadano, y los cambios en los niveles de contaminación para llevar a cabo acciones de control ambiental, así como desarrollar estrategias locales adaptadas a la situación real del ruido en el entorno.
Por su parte, el sistema inteligente para la gestión de aparcamientos, instalado en los parkings Paraíso y Pabellón Víctor Cabedo, incluye paneles informativos sobre el número de plazas disponibles, reduce el tiempo de búsqueda de estacionamiento, y por lo tanto, disminuye también la contaminación acústica y del aire.
En cuanto a la gestión inteligente de la recogida selectiva de residuos, permite optimizar los ciclos de vaciado, la toma de datos para mejorar las rutas de la recogida y analizar las pautas de comportamiento de los ciudadanos.
Otro punto del proyecto es la solución para la detección temprana de incendios. Mediante la sensorización de la temperatura y la humedad de la zona del Ermitorio El Salvador, se obtiene información en tiempo real para poder reaccionar de forma ágil, y así prevenir los incendios forestales.
En el ámbito de la movilidad, se ha implementado señalización inteligente en pasos de peatones para mejorar la seguridad vial y reducir el riesgo de atropello, y una solución de iluminación inteligente que alerta a los conductores de la existencia de carriles ciclo-peatonales. Una segunda actuación en esta materia es la instalación de puntos de medición de aforo del tráfico, que identifica el uso de las diferentes rutas, detecta retenciones y picos de movilidad y recoge datos para estudios estadísticos de tráfico que contribuyan a la toma de decisiones. Además, varios puntos de videovigilancia disuaden de actos vandálicos y previenen situaciones de riesgo, aumentando la seguridad de los ciudadanos.
Asimismo, se ha puesto en marcha un sistema de sensorización y control del riego en zonas verdes, que proporciona datos y monitoriza las condiciones ambientales para una gestión más eficiente de la cantidad de agua utilizada para esta tarea.
Otro punto del plan es la marquesina inteligente e interactiva instalada en la parada de la Avenida Montendre, que ayuda a mejorar la comunicación con vecinos y turistas. Permite consultar el horario de autobuses, leer noticias, y cuenta con un sensor de luz ambiental que cambia el brillo de la pantalla en función de la iluminación exterior.
Las actuaciones confluyen en una plataforma de smart city
Paralelamente, se ha puesto en marcha una aplicación móvil, la App Ciudad, dirigida a ciudadanos, turistas y comercios. Permite acceder a datos sobre la calidad del aire, el ruido ambiental y el estado del tráfico en Onda, la oferta turística, de restauración, hostelería y comercio, información sobre eventos culturales y fiestas, servicios médicos y farmacias, transporte, ubicación y disponibilidad de plazas de aparcamiento, administración electrónica y comunicación de incidencias, información sobre edificios importantes aportada por identificación de códigos QR, así como a un cuestionario para conocer la valoración de los visitantes.
Por su parte, el sistema innovador de gobierno abierto y participación ciudadana de Onda facilita a los vecinos la posibilidad de concertar una cita con miembros del gobierno municipal, de forma presencial o a través de la plataforma. Se puede acceder desde el apartado de Gobierno Abierto del portal web del Ayuntamiento, haciendo clic en ‘cita previa’.
El último punto desarrollado en el marco del proyecto incluye el Sistema de Información Geográfica para el Ayuntamiento de Onda, con las siguientes capas: planeamiento municipal y gestión urbanística, medio ambiente, turismo, Policía Local, infraestructuras y actividades económicas. Utiliza la Infraestructura de Datos Espaciales (IDE) para aunar de forma interactiva toda la información cartográfica del municipio representada en una aplicación digital con el objetivo de facilitar las gestiones a los técnicos municipales y a la ciudadanía.
Finalmente, el proyecto confluye en la plataforma de ciudad inteligente Smart Horizon de Nunsys, un desarrollo basado en el estándar abierto Fiware, que recoge en un mismo lugar los datos procedentes de los diferentes servicios verticales sensorizados, facilitando la visualización y análisis de la información por parte de los gestores correspondientes para ayudar en la toma de decisiones. Esta plataforma cumple con la Norma UNE 178104:2017 del Comité Técnico de Normalización 178, responsable de las normas para ciudades inteligentes, así como con el Esquema Nacional de Seguridad (ENS).
El modelo de ciudad inteligente para la vuelta a la nueva normalidad
Los datos obtenidos de la sensorización del municipio durante el confinamiento evidencian una drástica disminución en la intensidad del tráfico rodado de la Avenida Mediterráneo, principal vía de acceso a Onda. Estos registros muestran el cumplimiento de las restricciones a la movilidad, al igual que de haber ocurrido lo contrario, mostrarían dónde y cuándo se produjeron infracciones.
Dos puntos del plan de smart city de Onda que resultan de gran utilidad tanto en la desescalada, como en la vuelta a la nueva normalidad, son el sistema de control de accesos a las instalaciones deportivas y el de control de afluencia en enclaves turísticos. El primero ofrece el estado de ocupación de las instalaciones en tiempo real, para establecer estadísticas de uso y flujo de usuarios, el control remoto sobre la apertura de los accesos y la iluminación, aporta información sobre el consumo energético y es capaz de comunicar alertas y alarmas.
En cuanto al sistema de control de afluencia del Castillo, el Museo de Historia y Arqueología Local y el Museo del Azulejo Manolo Safont, permite visualizar las entradas y salidas de personas por intervalos o períodos temporales, así como establecer comparativas.
En definitiva, la crisis sanitaria ha demostrado que las administraciones han de estar preparadas para responder a amenazas potenciales, como los efectos derivados de la pandemia o del cambio climático. En la situación actual, los datos recabados por los sensores de Onda permitirán desarrollar iniciativas para mitigar los impactos en la economía, así como en otros ámbitos.