La Comisión Europea ha publicado los resultados del Índice de la Economía y la Sociedad Digitales (DESI) correspondiente a 2020. Este año registra avances en todos los Estados miembros y en la totalidad de ámbitos clave del informe. Por su parte, España se mantiene en el puesto número 11 del ranking global, es el segundo país de la UE con mejores servicios públicos digitales y el quinto con la mejor conectividad.
En el contexto de la pandemia de coronavirus, cuando ha quedado demostrado hasta qué punto resultan cruciales las tecnologías para continuar con la vida laboral y social en situaciones excepcionales, los avances registrados en la totalidad de los países de la Unión Europea en materia de digitalización son especialmente importantes.
En cuanto a los indicadores del DESI referentes a la recuperación, muestran que los Estados miembros han de intensificar sus esfuerzos por mejorar la cobertura de las redes de muy alta capacidad, asignar el espectro 5G para permitir el lanzamiento comercial de servicios 5G, mejorar las competencias digitales de la ciudadanía y avanzar en la digitalización del sector público y privado.
Claves del DESI 2020
Debido a que la pandemia ha tenido un profundo efecto en las cinco dimensiones objeto de seguimiento por el Índice de la Economía y la Sociedad Digitales, las conclusiones de 2020 deben analizarse conjuntamente con las medidas adoptadas por la Comisión Europea y los distintos países para gestionar la crisis y apoyar la recuperación. Así, Finlandia, Suecia, Dinamarca y los Países Bajos encabezan el índice, seguidos por Malta, Irlanda y Estonia.
El DESI 2020 pone de manifiesto también que los países europeos con el mejor rendimiento en el ámbito digital se encuentran entre los primeros a escala mundial. Mientras que las economías más potentes de la Unión Europea no están a la cabeza en el ámbito digital, lo que indica que es necesario acelerar el ritmo de la transformación digital, para llevar a cabo con éxito la doble transición ecológica y digital.
En los últimos cinco años, Irlanda ha registrado los avances más importantes, seguida de los Países Bajos, Malta y España. Estos mismos países también presentan un rendimiento muy por encima de la media de la UE.
Ámbitos digitales en España
España ocupa el segundo puesto de la Unión Europea en el ámbito de los servicios públicos digitales, gracias a la aplicación de una estrategia de digitalización por defecto en toda su administración central.
En lo que a conectividad se refiere, el país también obtuvo buenos resultados, ocupando el quinto lugar en la clasificación de 2020. A pesar de las diferencias existentes entre zonas urbanas y rurales, el despliegue de redes de fibra óptica alcanza el 80% de los hogares totales, y el 46% en áreas rurales.
En el ámbito de la integración de las tecnologías digitales, su puntuación está en la media de la UE, si bien las pymes españolas continúan sin aprovechar todo el potencial del comercio electrónico.
Sin embargo, España se encuentra por debajo de la media comunitaria en los indicadores de capital humano. Y aunque ha mejorado su puntuación, casi la mitad de la población española carece todavía de competencias digitales básicas, mientras que un 8% no ha utilizado nunca Internet.
Medidas frente al COVID-19
España adoptó varias medidas en el ámbito digital para hacer frente a los efectos causados por el COVID-19. En primer lugar, se realizaron actuaciones para mantener la prestación de servicios de comunicaciones electrónicas para la población sin incidentes.
Por su parte, los grandes operadores de telecomunicaciones españoles se comprometieron a garantizar la conectividad, el funcionamiento y la supervisión de las redes, así como a asegurar un uso responsable del servicio para evitar poner en peligro la integridad de las redes.
Asimismo, el país puso en marcha el sitio web nacional www.covid19.gob.es y un chatbot para aplicaciones de mensajería instantánea, para hacer frente a la desinformación online. También se aceleró el desarrollo de nuevos usos digitales con una app de autodiagnóstico, un análisis de la movilidad de las personas durante el confinamiento y un sistema para coordinar las necesidades de personal o equipamiento en los hospitales.