La empresa Facsa, dedicada al sector del ciclo integral del agua, lidera un proyecto innovador sobre el COVID-19, para detectar y cuantificar el material genético del virus en el sistema de alcantarillado y en Estaciones Depuradoras Urbanas (EDAR). La iniciativa, denominada Covid Water, cuenta con tres líneas de investigación a nivel nacional y contempla el desarrollo de una herramienta basada en inteligencia artificial para la detección temprana de posibles rebrotes.
El trabajo Covid Water está liderado por la empresa Facsa, en colaboración con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), institutos especializados y universidades. Su objetivo es poner a disposición de la sociedad una herramienta innovadora para combatir la pandemia, a través de la detección y cuantificación del material genético del virus en aguas residuales.
Esta cuantificación busca obtener datos que permitan anticiparse a posibles rebrotes en el proceso de desescalada, junto con otro tipo de información poblacional y epidemiológica. De esta manera, se analiza el comportamiento del virus en la línea de aguas y fangos de diferentes tipologías de Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales con la finalidad de obtener información sobre cómo se comporta el virus en el saneamiento urbano.
El primer estudio dentro del proyecto Covid Water, que se encuentra en la quinta semana de muestreo, se está realizando en estrecha colaboración con las administraciones correspondientes en aguas residuales de distintos emplazamientos de Andalucía, Aragón, Cataluña, Comunidad Valenciana, Asturias y Murcia, adaptando la toma de muestras a las características de cada población. Asimismo, Facsa colabora en un estudio similar que se está llevando a cabo en depuradoras de la provincia de Castellón, Valencia y Alicante, liderado por el Instituto Universitario de Plaguicidas en Agua (UIPA) y con el apoyo de la Dirección General del Agua de la Comunidad Valenciana.
Inteligencia artificial para la detección temprana de rebrotes
La Consejería de Innovación, Universidades, Ciencia y Sociedad Digital, a través de la Agencia Valenciana de la Innovación, financia una tercera línea de investigación en la que también trabaja Facsa. Se trata del muestreo de cinco depuradoras y sus correspondientes alcantarillados de grandes, medias y pequeñas ciudades de Castellón, Valencia y Alicante, a través de una herramienta digital basada en inteligencia artificial.
Esta tecnología en desarrollo recopila información sobre la detección del COVID-19 en los distintos asentamientos urbanos, junto con datos poblacionales de libre acceso e indicadores socioeconómicos y ambientales. Así, esperan encontrar variables demográficas y ambientales relacionadas con la presencia del virus en aguas residuales, lo que permitirá conocer la influencia de la epidemia en la población, haya manifestado o no síntomas.
El proyecto tendrá una duración de seis meses y contará con la colaboración del IATA-CSIC, el CEBAS-CSIC, el Instituto Universitario de Plaguicidas en Aguas-IUPA de la Universidad Jaume I, del Instituto Tecnológico de la Informática (ITI) y de la compañía tecnológica IoTsens.