El centro de investigación y desarrollo tecnológico Tecnalia, junto con la empresa Ibermática, han desarrollado un sistema de detección temprana de exposición al COVID-19, que permite rastrear los casos de contagio garantizando la privacidad de la ciudadanía. El proyecto piloto ya está en funcionamiento.
Los profesionales sanitarios coinciden en la importancia de hacer un seguimiento de la cadena de transmisión del COVID-19 para controlar su propagación y futuros rebrotes, y en esta labor las herramientas tecnológicas de rastreo pueden ser de gran ayuda.
En este contexto, Ibermática, en colaboración con Tecnalia, ha ideado un sistema de rastreo de contactos automatizado que permite preservar la privacidad de los usuarios y el control de sus datos. Asimismo, la solución puede beneficiar a empresas privadas de diversos sectores para proteger a sus trabajadores y clientes.
Una iniciativa dentro del proyecto ‘Optimización del Sistema de Diagnóstico y Contención’ (OptiDiC) en el marco de las medidas de urgencia COVID-19 del Gobierno Vasco, en el nivel de actuaciones de apoyo a la investigación, subvencionada en este caso por la SPRI.
Criptografía e información descentralizada
El pasado 8 de mayo se pusieron en marcha las primeras pruebas a través de los teléfonos móviles. El sistema se basa en el protocolo DP-3T, que permite una detección temprana de exposición a la infección, y por lo tanto, mejora la identificación de personas asintomáticas, manteniendo la privacidad de los usuarios.
La tecnología garantiza la privacidad gracias a un uso intensivo de la criptografía y la descentralización de la información, ya que no revela a ningún servidor central datos relacionados con los usuarios. En cambio, almacena y procesa la información en los propios dispositivos de las personas y no guarda la ubicación GPS, por lo que evita que pueda ser explotada con fines diferentes a la detección del coronavirus.
En principio, se trata de una aplicación móvil para Android, y está prevista su versión iOS.
Funcionamiento del sistema
El sistema propuesto se basa en la utilización del bluetooth del dispositivo móvil. El usuario solo tiene que habilitar la monitorización -con la opción de desactivarla cuando lo desee-, y en el caso de dar positivo en el virus, deberá notificarlo a través de la aplicación para que las personas expuestas se aíslen o realicen pruebas. Además, existirá un código de verificación para que los usuarios no puedan decir que están contagiados sin ser verdad.
Entre los próximos pasos a seguir, está prevista la implementación de una funcionalidad para compartir información agregada, de forma voluntaria, de cara al análisis de los datos por parte de las autoridades sanitarias. De igual forma, se diseñará un protocolo de interoperabilidad con iniciativas similares para que los usuarios estén protegidos con independencia de la app que use cada persona.