Los Estados miembros de la UE, con el apoyo de la Comisión Europea, han creado un conjunto de instrumentos para el uso de aplicaciones móviles de rastreo de contactos y envío de advertencias, con el objetivo de contribuir a un desconfinamiento gradual.
Desde el inicio de la pandemia de COVID-19, los países miembros han estado evaluando la eficacia de soluciones digitales que respeten la normativa de protección de datos, para hacer frente a la crisis sanitaria y a los desafíos desencadenados por la misma.
Las aplicaciones de rastreo de contactos y envío de advertencias pueden complementar el rastreo manual de contactos existente y contribuir a romper la cadena de propagación del virus. En este contexto, la UE ha elaborado un conjunto de instrumentos, acompañado de directrices sobre la protección de datos para estas aplicaciones móviles.
Un enfoque común sobre las aplicaciones de localización
El conjunto de instrumentos establece los requisitos esenciales de estas apps, que deben ser de uso voluntario y respetuosas con la intimidad.
En primer lugar, deben cumplir con las normas de protección de datos y de la intimidad de la Unión Europea, así como desplegarse en coordinación con las autoridades sanitarias y ser aprobadas por estas. Además de instalarse de forma voluntaria con el objetivo de explotar las últimas soluciones tecnológicas, no permitirán el rastreo de la ubicación de las personas y se desinstalarán tan pronto como dejen de ser necesarias.
De la misma manera, deben basarse en datos anonimizados, pudiendo alertar a quienes hayan estado cerca de una persona contagiada durante cierto período de tiempo para que se sometan a pruebas o se aíslen, siempre sin revelar la identidad de las personas infectadas. También deben ser interoperables en toda la UE para que la ciudadanía esté protegida incluso al cruzar las fronteras de su país.
Por último, deben basarse en directrices epidemiológicas aceptadas y seguir las mejores prácticas en materia de ciberseguridad y accesibilidad, para dar un servicio seguro y eficaz.
Próximas medidas
El conjunto de instrumentos creado por la UE forma parte de un proceso en curso en el que los Estados miembros colaboran para planear y optimizar en las próximas semanas la utilización de herramientas prácticas.
A más tardar, el próximo 30 de abril las autoridades sanitarias evaluarán la eficacia nacional y transfronteriza de las aplicaciones. Los países miembros deberán informar acerca de sus acciones antes del 31 de mayo de este año y poner las medidas a disposición de los demás Estados y de la Comisión Europea para su revisión.
Así, la Comisión valorará los progresos realizados y publicará informes periódicos a partir de junio de 2020 y mientras dure la crisis sanitaria, en los que recomendará la adopción o eliminación gradual de medidas de confinamiento.