El Consejo de Ministros, a propuesta del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, ha acordado remitir a la Comisión Europea el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030. Un plan encaminado a alcanzar la descarbonización en 2050 y a cumplir con el Acuerdo de París sobre cambio climático.
El texto enviado coincide con el que actualmente se encuentra incluido en la fase de consulta pública del Estudio Ambiental Estratégico (EAE) del plan y que ya fue remitido a Bruselas el pasado mes de enero como borrador actualizado. Se modificará en aquellos aspectos que pudiera resultar necesario tras la finalización del proceso de evaluación ambiental y el análisis de la totalidad de las consultas recibidas, y en su caso, se remitirá nuevamente a Bruselas. La fase de información pública debía haber concluido el pasado 25 de marzo, pero se encuentra suspendida debido al estado de alarma.
Hasta ahora, de los 21 planes presentados, 11 no cuentan con la declaración ambiental estratégica. Teniendo en cuenta las solicitudes recibidas por las autoridades españolas por parte de la Comisión Europea para el envío urgente de la versión definitiva del plan, España procede a su remisión, aunque posteriormente este podría adaptarse a las medidas ambientales que surjan de la evaluación ambiental estratégica.
Medidas contempladas
El texto del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima da respuesta a las recomendaciones emitidas por la Comisión Europea, incluye mejoras en el modelo, aborda las cuestiones derivadas de la consulta pública realizada entre el 22 de febrero y el 1 de abril de 2019, así como las sugerencias contenidas en el documento de alcance de la evaluación ambiental estratégica. Entre otras cuestiones, el PNIEC incorpora nuevas medidas y mayor detalle, reforzando los objetivos y los resultados.
Las medidas contempladas en el plan permitirán alcanzar diversos objetivos a 2030. Una reducción de un 23% de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) con respecto a 1990, un 42% de renovables en el uso final de la energía, un 39,5% de mejora de la eficiencia energética y un 74% de presencia de energías renovables en el sector eléctrico -hacia la meta de un sector eléctrico 100% renovable de cara a 2050-.
Estas medidas no solo reducirán las emisiones de GEI, sino también las de los principales contaminantes primarios asociados a la calidad del aire. Así, se rebajará el nivel de las partículas PM 2,5 en un 33%, de dióxido de azufre (SO2) en un 38% y de óxidos nitrosos (NOx) en un 35%.
Más de 240.000 millones de euros de financiación
El plan viene acompañado de un análisis de los efectos macroeconómicos sobre la economía, la industria española, el empleo y la salud pública.
Así, estima una movilización de 241.400 millones de euros entre 2021 y 2030 que se destinarán, fundamentalmente, al impulso a las renovables, a medidas de ahorro y eficiencia, y a electrificación y redes. El 80% de estas inversiones procederán del sector privado, mientras que el 20% restante serán inversiones de las distintas administraciones públicas -incluyendo financiación europea- y que activarán la inversión privada a través de actuaciones de movilidad sostenible, ahorro y eficiencia energética, y cambio modal.