El pack de resultados publicado recientemente por el Servicio Comunitario de Información sobre Investigación y Desarrollo de la Unión Europea (Cordis) desvela las diversas innovaciones digitales desarrolladas por 12 proyectos financiados con fondos europeos -con una inversión global de 33 millones de euros- y que tienen en común el uso de las tecnologías digitales para garantizar la conservación del patrimonio cultural europeo.
La plataforma europea para el patrimonio cultural Europeana trabaja con archivos, bibliotecas y museos de toda Europa para facilitar el acceso, el uso y la reutilización del contenido cultural. Gracias a esta plataforma paneuropea y a la Declaración de cooperación firmada por 26 países europeos, la UE está avanzando en la digitalización del patrimonio cultural.
Debido a que el patrimonio cultural puede dañarse con facilidad y de forma permanente o hasta ser destruido por fenómenos climatológicos, un incorrecto mantenimiento o hasta por actos vandálicos, su digitalización es fundamental para que se conserve en el tiempo. Así, la Comisión Europea -a través del programa Horizonte 2020- ha destinado fondos por un valor de 70 millones de euros a la investigación y la innovación en el ámbito del patrimonio cultural entre 2014 y 2020.
El papel de las tecnologías digitales en la conservación del patrimonio
Los proyectos Arches, EU-LAC-Museums y DigiArt han usado tecnologías como la modelización 3D y la realidad aumentada para mejorar la accesibilidad de los museos como instituciones clave en la conservación cultural. Por su parte, Gift redefine la experiencia en el museo a través de las tecnologías; por ejemplo, la app homónima del proyecto permite a los visitantes usar sus teléfonos móviles para crear un regalo digital diferente.
Pluggy presentó la primera red social dedicada a la promoción del patrimonio cultural europeo, mientras que I-Media-Cities desarrolló una plataforma que utiliza material audiovisual para que cualquier usuario pueda descubrir el patrimonio de nueve ciudades europeas. En cuanto al proyecto Emotive, ofrece a los profesionales del patrimonio herramientas para crear experiencias interactivas de narración que resulten de interés público.
El trabajo denominado Time Machine desarrolló una infraestructura informática y de digitalización que usa la inteligencia artificial y la extracción de datos masivos para obtener y analizar una gran cantidad de información generada al digitalizar archivos de museos y bibliotecas.
El proyecto ArchAIDE desarrolló un software innovador para identificar los fragmentos de cerámica encontrados en las excavaciones, así como almacenarlos en una base de datos para ayudar a los arqueólogos en su labor.
Inception diseñó modelos enriquecidos en 3D de entornos construidos y sociales sobre un eje temporal para conseguir una interacción con el patrimonio cultural.
Asimismo, Crosscult creó experiencias interactivas mediante conexiones transfronterizas entre culturas, ciudadanos y lugares para animar a los usuarios a reflexionar y crear sus propias interpretaciones.
Otra iniciativa innovadora desarrollada recientemente es iMareCulture. Mediante tecnologías inmersivas, como la realidad aumentada y la realidad virtual, ha conseguido hacer más accesible el patrimonio cultural submarino de Europa.
Archivos digitalizados en nueve ciudades europeas
La historia de nueve ciudades europeas es ahora más accesible gracias a la tecnología digital y multimedia. Han participado Barcelona, Turín y Bolonia (Italia), Atenas (Grecia), Viena (Austria), Frankfurt (Alemania), Bruselas (Bélgica), Copenhague (Dinamarca) y Estocolmo (Suecia). Aunque ya ha concluido, los socios pretenden ampliar el alcance a más ciudades de la Unión Europea.
I-Media-Cities es una plataforma online que permite a los usuarios consultar más de 10.000 fotografías y películas digitalizadas, así como añadir su propia información etiquetando fotografías o fotogramas concretos y visitar exposiciones en tres dimensiones. Utiliza una herramienta de aprendizaje automático que permite analizar el material subido, además de segmentar las películas en planos y buscar en cada fotograma la presencia de más de 80 conceptos.
Se trata de una iniciativa coordinada por la Cinemateca Real belga y ha contado con un presupuesto total de 3.349.787,50 euros.
Inteligencia artificial y extracción de datos masivos
El proyecto Time Machine, coordinado por la Escuela Politécnica Federal de Lausana en Suiza y dotado de una asignación general de 1.215.578,79 euros, está digitalizando archivos de museos y bibliotecas mediante inteligencia artificial y la extracción de datos masivos para ofrecer interpretaciones del pasado con detalle.
En los próximos tres años (2020-2023), contempla la construcción un motor en tres dimensiones -además de la dimensión del tiempo- para recrear las ciudades antiguas, a las que se podrá acceder desde los teléfonos móviles o a través de interfaces específicas de realidad aumentada.
Experiencias interactivas con la historia europea
La plataforma Crosscult ofrece servicios de software flexibles y herramientas para que los profesionales del patrimonio cultural desarrollen sus propias aplicaciones con el objetivo de animar a la reflexión y la reinterpretación de la historia europea. Alberga cuatro ecosistemas que ofrecen soluciones para la exploración y conexión de lugares, el descubrimiento urbano de la ubicación del patrimonio cultural y la vinculación de artículos culturales digitales y físicos.
Se trata de un proyecto coordinado por el Instituto de Ciencia y Tecnología de Luxemburgo, con una financiación de 3.690.216,25 euros, que llevó a cabo cuatro estudios piloto.
En el primero, los cuadros de la Galería Nacional de Londres mostraban aspectos diferentes de la historia de Europa, conectando conceptos, sitios y personas, a la vez que servían de ayuda a los visitantes para moverse por el recinto. El segundo piloto conectó cuatro yacimientos arqueológicos de España, Italia, Portugal y Grecia a través del estudio del uso terapéutico del agua en la Antigüedad, en el que los visitantes colaboraron en juegos específicos. El Museo Arqueológico de Trípoli en Grecia nutrió de forma digital su colección con artículos de museos de todo el mundo en los que se estudia el lugar de la mujer en la sociedad en diferentes épocas. Por último, dos ciudades declaradas por la Unesco Patrimonio de la Humanidad -Luxemburgo y La Valeta (Malta)- se vincularon mediante el uso de tecnologías de colaboración masiva y basadas en la ubicación bajo el tema del movimiento demográfico.
Un patrimonio cultural más accesible
El centro de investigación de Computación Visual VRVis en Austria ha coordinado el proyecto Arches -dotado de un presupuesto de 3.838.158,03 euros- con el objetivo de hacer más accesibles los espacios culturales.
El proyecto Arches, en el que han participado personas con discapacidad, ha desarrollado soluciones tecnológicas accesibles como avatares digitales capaces de interpretar en lengua de signos, relieves táctiles de obras de arte, aplicaciones sin obstáculos para visitar museos y juegos para dispositivos móviles.
Los resultados finales incluyen una aplicación que guía al visitante a través del museo, acompañada de un juego relativo a las obras de arte y un portal web para acceder a todo el contenido. La guía está disponible en los seis museos participantes: Thyssen-Bornemisza, Lázaro Galdiano y el Museo de Bellas Artes de Asturias (España), Victoria & Albert Museum y The Wallace Collection (Reino Unido), y KHM-Museumsverband (Austria).
En definitiva, las tecnologías digitales pueden contribuir a la protección, conservación, restauración, investigación, difusión y promoción de los bienes culturales materiales e inmateriales procedentes de todo tipo de instituciones culturales, como museos, galerías, monumentos, bibliotecas y archivos. Para ello, se usa desde la tecnología 3D hasta la inteligencia artificial y la realidad virtual o aumentada, que además de contribuir a la conservación, estimulan el interés por el patrimonio cultural europeo.