El Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía ha aprobado la creación de la Comisión Interdepartamental de Cambio Climático de la comunidad, adscrita a la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible. El objetivo es fomentar la colaboración y coordinar la actuación de los diferentes departamentos andaluces en la lucha contra el cambio climático.
En los próximos días se publicará la creación de la Comisión de Cambio Climático de la comunidad andaluza en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA), que especificará los trámites para la constitución del nuevo órgano colegiado.
Las condiciones físico-naturales y socio-económicas de Andalucía la hacen un territorio especialmente vulnerable a los efectos del cambio climático, pues su modelo económico depende en gran medida de las condiciones meteorológicas y cuenta con episodios de altas temperaturas y escasez de recursos hídricos que podrían acentuarse en los próximos años.
Funciones de la comisión
La Ley 8/2018 de 8 de octubre de medidas frente al cambio climático y para la transición energética en Andalucía ya contemplaba la existencia de esta comisión interdepartamental.
Entre sus funciones, se encuentran impulsar políticas de mitigación de emisiones, adaptación y comunicación del cambio climático, supervisar el mantenimiento del equilibrio económico, ambiental y social en estas acciones, así como colaborar en la redacción y supervisión del Plan Andaluz de Acción por el Clima.
Estrategia andaluza de la calidad del aire
En la misma línea, la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible andaluza, ha trasladado al Consejo de Gobierno un informe sobre la situación de la calidad del aire en la comunidad y los trabajos realizados para sacar a licitación la elaboración de 13 planes de mejora en este ámbito.
Andalucía cuenta con un sistema integral de evaluación, seguimiento y análisis de la contaminación atmosférica, formado por un conjunto de estaciones distribuidas por todo el territorio andaluz, así como por unidades móviles y un laboratorio de calidad ambiental y captadores difusivos. Como añadido, cuenta con una red de vigilancia y control de emisiones donde se realiza un seguimiento de los principales focos contaminantes de la industria.
Los objetivos que se ha marcado la administración son no superar los valores límite de contaminación del aire ni los de protección de la salud en el caso del ozono, así como acercar los estándares a los valores establecidos por la Organización Mundial de la Salud, conforme a la Estrategia andaluza de la calidad del aire.