Investigadores de la Universidad de Málaga y Pablo de Olavide de Sevilla han diseñado un sistema de indicadores que revela el nivel de sostenibilidad de un destino turístico y su grado de mejora con el paso de los años. El objetivo es facilitar la toma de decisiones para optimizar los parámetros.

El sistema está basado en factores económicos, sociales y ambientales, que engloban un total de 65 parámetros seleccionados por expertos. De esta manera, se aplica al sector turístico mediante etiquetas que recompensan políticas efectivas.
Según el investigador de la Universidad de Málaga, Rafael Caballero -autor del estudio ‘Sustainable tourism tags to reward destination management’ publicado en la revista Journal of Environmental Management- se ha establecido “un modelo que evidencia el avance o retroceso en desarrollo sostenible”. Los científicos han generado un sistema de calificación mediante etiquetas, que hace visible si la situación mejora o empeora en algún aspecto, lo que resulta un incentivo para motivar a gerentes de entidades públicas. Así, la calidad del empleo de los jóvenes, el aumento de zonas verdes o las actuaciones en materia de accesibilidad que un ayuntamiento lleve a cabo, llevarán a una calificación mayor.
Metodología del sistema
El sistema de trabajo parte de estudios previos a escala nacional, encuestas a expertos y bases de datos que analizan la evolución de los municipios andaluces entre 2006 y 2014 en turismo sostenible. El 88% de las referencias provienen de estadísticas y datos oficiales, mientras que los restantes proceden del trabajo de campo a nivel local por parte de los investigadores.
Los 65 indicadores aportan información sobre el grado de sostenibilidad de 54 localidades de Andalucía. Así, las variables de la dimensión social están relacionadas con la seguridad del destino turístico, la conservación del patrimonio cultural y la capacidad de carga. En lo económico, se recoge el empleo turístico y el grado de satisfacción de los visitantes. Mientras que en el plano ambiental, se encuentra la protección de los espacios naturales y la gestión de aguas residuales.
Por otra parte, los expertos fijaron el grado mínimo para considerar que ha habido mejora, por lo que las etiquetas de sostenibilidad turística -así como sus subcategorías- se otorgan a los destinos que disfrutan de una dinámica positiva.
Se trata de una investigación financiada por la Consejería de Economía, Conocimiento, Empresas y Universidad de la Junta de Andalucía y el Ministerio de Economía y Competitividad. Aunque se centra en la dimensión local, los autores esperan que pueda ser utilizada también por instituciones a nivel regional o nacional.