El IMSCE 2020 muestra que las capitales de provincia españolas avanzan en la consolidación de la movilidad sostenible

movilidad sostenible

El primer Índice de Movilidad Sostenible de las 52 capitales de provincia españolas (IMSCE 2020) muestra que se está avanzando en el proceso de consolidación de una movilidad sostenible de forma generalizada.

Entre las principales conclusiones del IMSCE 2020, se muestra que las urbes españolas están avanzando en el área de la movilidad sostenible.

El índice ha sido elaborado por IdenCity, en colaboración con Aecoc, Aena, Alsa, Ametic, Areas, Correos, DGT, Iberia, Ibil, Fundación ONCE, Renfe, Saba, Seat y Sece.

Se trata de una herramienta de análisis, medición y seguimiento del rendimiento de las principales ciudades de España en las áreas relacionadas con el nuevo paradigma de movilidad. Entre las principales conclusiones que arroja, se muestra que las urbes españolas están avanzando en el área de la movilidad sostenible, pero que aún queda camino por recorrer.

El IMSCE 2020 se estructura en 14 categorías, 99 indicadores y seis dimensiones: sostenibilidad ambiental, gestión y gobernanza, estructura física del territorio, oferta de servicios de movilidad, salud y seguridad, y demanda de servicios de movilidad. Asimismo, incorpora perspectivas de género, accesibilidad, inclusión, cohesión social y asequibilidad, y analiza cada territorio teniendo en cuenta sus características propias.

Ciudades más sostenibles

Aunque las 52 capitales de provincia incluidas en el estudio presentan avances en movilidad sostenible, la ciudad con mejor desempeño alcanza tan solo una puntuación de 58,1 sobre 100; mientras que la última de la lista se queda en 35,7 puntos.

La sostenibilidad ambiental es una de las dimensiones del IMSCE 2020.

En términos generales, las urbes españolas muestran un mejor rendimiento en la dimensión de gestión y gobernanza. Sin embargo, se aprecian atrasos en la incorporación de sistemas innovadores, aplicaciones y digitalización del transporte, creación de incentivos para reducir el uso de vehículos privados, así como sistemas integrados de transporte público que hayan completado la transición a las energías limpias.

En cuanto a la accesibilidad, el índice indica que las ciudades todavía deben trabajar para garantizar la integración de elementos que permitan desplazamientos cotidianos a toda la ciudadanía. En esta dimensión, la evaluación media es de 55,8%.

 
 
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