El Ayuntamiento de Barcelona ha declarado la emergencia climática y ha presentado un plan de acción 2020-2030 estructurado en siete ejes y dotado con un presupuesto de 563,3 millones de euros, con el fin de reducir en un 50% las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030.
El texto de la declaración y las acciones ha sido fruto de la Mesa por la Emergencia Climática, en la que han participado más de 200 expertos, entidades e instituciones. Se trata de una hoja de ruta que incluye 100 medidas de urgencia para adaptar la ciudad de Barcelona a los próximos episodios climatológicos y mitigar sus efectos a corto y largo plazo.
El presupuesto se destinará a las actuaciones recogidas en los siete ejes temáticos que proponen un cambio de modelo urbano: movilidad, urbanismo, energía, economía, alimentación, consumo y residuos, y cultura y educación. Además, el plan incluye medidas en el ámbito de la salud y la calidad ambiental, así como en el de los recursos hídricos.
Movilidad y urbanismo
En el área de movilidad, el Ayuntamiento de Barcelona propone acciones centradas en la reducción del tráfico, en línea con la aplicación de la zona de bajas emisiones puesta en marcha el pasado 1 de enero, con la meta de reducir las emisiones de CO2 en 550.000 toneladas.
En cuanto a urbanismo, marca el objetivo de transformar 15 kilómetros de calles en ejes verdes en los próximos cinco años, incrementar en 40 hectáreas las zonas verdes y realizar actuaciones en entornos de centros educativos para transformarlos en espacios más accesibles y verdes.
Salud y calidad ambiental
En la búsqueda de una ciudad más sostenible, también se implementarán medidas referentes a la salud y la calidad ambiental.
Así, está prevista la activación de 100 equipamientos municipales como refugios climáticos y el impulso de estudios sobre el impacto ambiental de los vehículos a motor.