Las ferrolineras puestas en funcionamiento por Nodos y Powen, en colaboración con Adif, en las estaciones de ferrocarril de Santander y de Málaga, dejan un balance de cerca de 500 recargas realizadas y un ahorro de 5,8 toneladas de CO2 en su primer año de vida.
Con el objetivo de aprovechar la energía obtenida por la regeneración de la frenada de los trenes para alimentar los equipos utilizados para la carga de baterías de vehículos eléctricos, nació la primera ferrolinera inaugurada por Adif y Nodos -con Powen como socio de este último para la explotación comercial-. Se trata de la situada en el aparcamiento de la Estación María Zambrano, que abrió en noviembre de 2018. A la que le siguió una segunda, la Estación de Santander, inaugurada en marzo de 2019.
Para acceder, reservar y realizar el pago en estas ferrolineras, los usuarios solo necesitan instalar la App de movilidad Electromaps.
Casi 500 recargas en un año
Durante al año 2019, el suministro de energía de ambos puntos de recarga ha ido creciendo progresivamente hasta llegar a los 6,7 MWh. Y se han realizado casi 500 recargas, lo que supone un importante ahorro de emisiones de CO2, concretamente 5,8 toneladas.
En este primer balance destaca también que el 39% de las recargas se realizaron durante los meses de abril, agosto y diciembre, lo que refleja la importancia de la localización de estas infraestructuras en períodos vacacionales donde existe un número mayor de desplazamientos.