Un nuevo modelo de parquímetro se está instalando para afrontar los retos que plantea la movilidad en Barcelona. La iniciativa incluye 2.000 nuevos dispositivos que incorporan tecnología contactless, una pantalla más grande e interactiva y en los que ya no será necesario imprimir el ticket para dejarlo en el vehículo.
El Ayuntamiento de Barcelona ha iniciado ya las tareas de instalación de los nuevos parquímetros que sustituirán a los anteriores. Se trata de un modelo innovador, según indica el Ayuntamiento, que se ha desarrollado y diseñado especialmente para Barcelona, teniendo en cuenta las necesidades concretas de la ciudad.
La sustitución de los más de 2.000 parquímetros actuales se producirá en dos fases, sin interrumpir el servicio durante los trabajos de renovación. Está previsto que las tareas de renovación hayan finalizado completamente al primer trimestre de 2020.
Características de los nuevos parquímetros
Entre las características de estos parquímetros, destaca su diseño moderno y accesible, con una pantalla táctil, a color y más grande. Así, se mejora la usabilidad.
Además, se incorpora por primera vez la tecnología contactless para el pago con tarjeta y mediante dispositivos móviles, lo que supone un aumento de la facilidad de uso y la seguridad.
Por otra parte, no será necesario imprimir el ticket de aparcamiento para dejarlo en el coche. A partir de ahora, habrá que introducir la matrícula en el parquímetro y el estacionamiento quedará registrado, con el consiguiente ahorro de papel y de tiempo que esto significa. Los vigilantes de zona podrán comprobar en sus dispositivos móviles qué vehículos están estacionados correctamente.
Asimismo, los nuevos dispositivos para controlar el estacionamiento siguen la línea de la sostenibilidad, pues están equipados con una placa solar que les permite cargar su propia batería. Y también contribuyen a la mejora del aire, ya que incorporan el reconocimiento del distintivo ambiental de la DGT asignado a cada vehículo.
De esta manera, están preparados para aplicar el componente variable de la tasa del estacionamiento regulado en caso de episodios de contaminación atmosférica -en dichos casos, la tasa aumenta 2 euros/hora, excepto los vehículos ECO que pagarían la tasa habitual y los vehículos Cero Emisiones, con una bonificación del 100%-.