El operador europeo de transporte de larga distancia por carretera Flixbus, junto a la empresa tecnológica alemana Freudenberg, planean poner en marcha autobuses de pila de combustible de hidrógeno para trayectos largos en Europa.
Tras lanzar con éxito sus autobuses 100% eléctricos, el operador proyecta incorporar a su flota vehículos alimentados por pila de combustible de hidrógeno en un futuro próximo. La compañía ya ha iniciado las negociaciones iniciales con los fabricantes para desarrollar el proyecto, orientado a la movilidad sostenible sin emisiones CO2.
El hecho de viajar en autobús ya reduce las emisiones en un 80% en comparación con los viajes en coche privado. Pero, las empresas de transporte, en su apuesta por la movilidad sostenible, están desarrollando nuevas formas de entender el transporte público.
Así, aunque los autobuses eléctricos todavía no son capaces de cubrir largas distancias de igual manera que los tradicionales, hay una alternativa que puede ser la solución para conseguir vehículos pesados más sostenibles: un sistema híbrido de batería y pilas de combustible.
Prueba piloto
En una primera fase del proyecto, se pondrá en marcha una flota representativa de autobuses equipada con la tecnología como prueba piloto.
La idea es que estos vehículos cuenten con una autonomía de 500 kilómetros, mientras que la recarga del combustible debe tardar un máximo de 20 minutos, pues se sustituye el gasóleo por hidrógeno.
Por otra parte, la potencia, la aceleración y el rendimiento deben cumplir con los estándares establecidos, por lo que estos autobuses de hidrógeno ofrecerían el mismo rendimiento que otro tipo de vehículo de larga distancia, con el añadido de la sostenibilidad.