Las empresas Ibil e Irizar han firmado un acuerdo de colaboración para dotar de una segunda vida a las baterías de los autobuses eléctricos. El convenio suscrito permitirá reutilizar las baterías que Irizar produce e instala en sus autobuses, para su utilización como elemento de almacenamiento de energía, así como la electrónica de potencia asociada a dicha aplicación, en las infraestructuras de recarga que Ibil está desarrollando y desplegando para, entre otros, las estaciones de servicio de Repsol.
Las baterías de segunda vida se podrán instalar en los puntos de recarga de Ibil para almacenar la energía. De esta manera, esta energía se podrá utilizar para lograr un doble objetivo: reducir la potencia necesaria de la red eléctrica, reduciendo por tanto los costes de operación de la infraestructura, y a la vez posibilitar el despliegue de infraestructuras de recarga de gran potencia incluso en aquellos lugares en los que la conexión a la red eléctrica sea más compleja y costosa.
Asimismo, este tipo de infraestructuras de recarga con el respaldo del almacenamiento facilitan la integración de generación distribuida fotovoltaica en dicho sistema, para una generación local de la energía.
Baterías de autobuses eléctricos
En un comunicado de Ibil destacan que en el caso de los autobuses eléctricos urbanos, la capacidad de las baterías se ve reducida dependiendo de su estrategia de carga entre 8 y 15 años, ya que son sometidas a cargas diarias y a elevadas potencias. Transcurrido ese tiempo, estos acumuladores deben ser sustituidos para que el vehículo mantenga la funcionalidad original.
Sin embargo, la compañía señala que el fin de esa primera vida no significa que una batería pierda toda su capacidad de carga, por lo que lejos de desecharla y en aras de avanzar en su compromiso medioambiental y de economía circular, se impone una reutilización sostenible en aplicaciones de almacenamiento estacionario para la estabilización de la demanda energética cuando se cargan vehículos eléctricos con niveles de potencia altos.