Balizas luminosas en el pavimento que replican el cambio de colores de los semáforos para los peatones que no levantan la vista del teléfono móvil y un sistema de iluminación inteligente que se adapta mediante el cambio de tipo de luz a los ritmos circadianos de las personas, son algunas de las soluciones tecnológicas que ha presentado Setga en la reciente feria Trafic 2019, dedicada a la movilidad segura y sostenible.
«Hemos creado este tipo de refuerzo semafórico para evitar atropellos en los pasos de peatones», explica Ángel González Calvo, director de Setga, empresa gallega especializada en iluminación, señalización y mobiliario urbano que mostró in situ cómo funcionan sus balizas y sus bolardos semafóricos a los visitantes de la feria, entre ellos, el director de la Dirección General de Tráfico, Pere Navarro, y el consejero de Transportes y Movilidad de la Comunidad de Madrid, Ángel Garrido.
Destellador secuencial para pasos de cebra sin semáforo
Mejorar la seguridad vial es uno de los objetivos de la compañía, que ha desarrollado un sistema que combina iluminación específica y señalización lumínica en las farolas para aquellos pasos de cebra que no cuentan con semáforo.
La columna de luz cuenta con un destellador secuencial, una señalización luminosa empotrada en la farola a media altura, que permite al conductor percibir la existencia de un paso de peatones a una distancia de unos 150 metros. Una vez que el conductor se aproxima, la luminaria de la columna dispone de un refuerzo lumínico que proyecta la luz en el plano vertical del peatón «consiguiendo realzar y poner en primer plano el cuerpo del peatón, lo que hace que el conductor lo distinga de una manera nítida, evitando accidentes», señala el director de Setga.
Iluminación que se adapta al reloj biológico de las personas
Uno de los sistemas más novedosos expuestos en la feria es el sistema de iluminación dinámica Circadionic, basado en adaptar la iluminación a los ritmos circadianos de las personas, pasando de una luminaria más fría a una más cálida en función de la hora.
«Cuando se trata de un día de invierno a las seis de la tarde, hora en la que todavía hay mucha actividad, lo que se necesita es luz blanca con mucho componente de azul», explica Ángel González, «conforme pasan las horas, nuestro cuerpo segrega la hormona de la relajación y Circadionic cambia a una luz más cálida que, además, contamina muchísimo menos», añade el director de Setga.