Parece un proyecto de ciencia ficción, pero lo cierto es que las cuatro islas artificiales que conforman “Country Garden Forest City”, ubicada al sur de Malasia, pegada a su costa, y a dos kilómetros de Singapur, están siendo una realidad. Este proyecto de ciudad inteligente y sostenible en construcción acaba de ser reconocido con el premio “Global Green Smart City” concedido el pasado viernes en el Foro Global sobre Asentamientos Humanos (GFHS), celebrado en la sede de Naciones Unidas de Etiopía, y donde Vitoria-Gasteiz ha sido galardonada como Ciudad Verde Global.
Esta ciudad inteligente que se levanta desde cero sobre un suelo creado por la mano del hombre comenzó a construirse en 2016 y se espera que esté terminada entre 2040 y 2045, aunque ya se han entregado numerosas viviendas a sus nuevos habitantes.
Si bien este megaproyecto no hace referencia al impacto sobre el medioambiente que supone una construcción de esta magnitud, sí ofrece detalles sobre el uso intensivo de las más punteras tecnologías para su funcionamiento y de la generación de energía renovable en un entorno urbano en el que primará el transporte público sostenible y donde no circularán coches particulares por sus calles principales.
Forest City es la empresa que lleva adelante este concepto de modelo de ciudad del futuro que supondrá una inversión de 100 mil millones de dólares. Surgida del proyecto conjunto de un grupo empresarial de China y otro ‘holding’ propiedad del gobierno del Sultanato de Johor, uno de los estados que componen Malasia, la compañía cuenta con el respaldo del Gobierno de Malasia y ofrece a los potenciales residentes e inversores las ventajas de Singapur como centro internacional de negocios y de vida urbana con los costes más bajos de Malasia.
El masterplan de Forest City, elaborado junto a la firma china especializada en diseño urbano Sasaki, se define como una ciudad que combina el medioambiente y la tecnología de vanguardia “para crear un ecosistema idílico y tecnológico” en el que vivir y trabajar. Para atraer empresas y crear un verdadero ecosistema de innovación, el Gobierno de Malasia ofrece a industrias y negocios diferentes incentivos y ventajas.
Biblioteca online comunitaria y robots para ayudar a los residentes
El proyecto promete desarrollar una “isla inteligente integral”, que también se prepara para ser destino turístico de lujo, centrada en servicios inteligentes, seguridad comunitaria y experiencias basadas en los beneficios que ofrece la tecnología.
La gestión de la ciudad, tanto de los servicios como de la seguridad, descansa en un sistema operativo urbano y toda una red de dispositivos que permiten agregar información de múltiples fuentes y su correspondiente análisis.
Según explica la compañía, todos los servicios, productos, edificios, empresas e incluso, individuos, “tendrán una ID única” que “proporcionará una conectividad perfecta entre todas las entidades a través de Internet, creando un entorno de vida y trabajo inteligente y eficiente”. Estas ID harán posible que los residentes puedan abrir las puertas de entrada de sus edificios, de ascensores y de sus casas mediante sus huellas dactilares y reconocimiento facial.
A través de una aplicación móvil denominada Forest Life App, los residentes pueden ver quién está llamando a su casa si se encuentran fuera y dar permiso desde su móvil para que se abra su puerta si así lo desean, pueden contactar con el Centro de Seguridad si lo requieren y pueden solicitar servicios de reparación para su hogar, servicios de transporte y hacer pagos de suministros como agua y electricidad.
Entre los servicios más novedosos que ofrece esta ciudad futurista se encuentra la primera comunidad de robots inteligentes creada para ayudar a los residentes. Ya se ha lanzado un primer robot entrenado para resolver dudas en varios idiomas y hacer de guía, entre otros servicios.
Los propietarios de las viviendas de Forest City también disponen de una biblioteca digital para la comunidad denominada “Readlife” en la que pueden entrar a través de la App Forest Life y disfrutar de la lectura de manera gratuita. Este es uno de los servicios que incluye la plataforma online comunitaria en la que se informa de actividades del vecindario, eventos e incidencias.
Una ciudad sin coches en la superficie y plagada de jardines verticales
El diseño de la ciudad, basado en cuatro islas independientes pero conectadas entre sí que abarcan una superficie total de 30 km2, ofrece la ventaja de crear un paisaje urbano desde cero y una planificación basada en criterios de sostenibilidad y gestión inteligente.
Estos criterios se concretan en que todos los edificios son energéticamente eficientes y las infraestructuras se han diseñado para completar una ciudad de bajas emisiones en carbono. La ciudad se caracteriza por su vegetación vertical, presente en el diseño de gran parte de sus edificios, y está pensada como un modelo de núcleo urbano compacto de alta densidad, diseñado en varias “capas”, con vías para que los vehículos transiten, aparcamientos y sistemas energéticos bajo tierra que permitan unas calles “completamente libre de automóviles” por las que circulen las personas y un nutrido sistema de trenes ligeros.
Entre los desarrollos contemplados en la primera fase de construcción, estimada en un periodo de cinco años, se encuentra el intercambiador y centro de transportes que surtirá de medios colectivos eficientes para el transporte de la población.
La vegetación se sitúa como un elemento clave de la ciudad en forma de jardines verticales, parques y zonas verdes en las azoteas de los edificios cuyo fin es ejercer de barrera natural frente al calor y el ruido y purificar el aire. Estas áreas verdes cuentan con un sistema de recogida y conservación del agua de lluvia. El pasado mes de mayo, Forest City contaba ya con 90 hectáreas de zonas verdes, el equivalente a 126 campos de fútbol, con casi 400 especies vegetales diferentes. Sus jardines verticales alcanzaban los 120.000 metros lineales.