La Universitat Oberta de Catalunya (UOC) ha patentado una tecnología para mejorar el acceso a redes inalámbricas que consigue aumentar su eficacia en un 99%. La Oficina Europea de Patentes y Estados Unidos han aprobado el llamado protocolo híbrido de programación automática (HSS, por sus siglas en inglés). Este protocolo programa los accesos a la red para que las interferencias no afecten al tráfico de información y podría tener múltiples usos para las ciudades inteligentes.
«Podríamos usar nuestra tecnología para medir el uso de servicios públicos, como el agua, la electricidad o el gas, pero también podría ser de utilidad en seguridad pública o en el control del transporte urbano», ejemplifica Xavier Vilajosana, uno de los investigadores del grupo Wireless Networks (WiNe) del Internet Interdisciplinary Institute (IN3) de la UOC, que junto con Pere Tuset, han llevado adelante la investigación.
«Nuestra tecnología mejora la transmisión de información inalámbrica en el caso de medios compartidos, como el wifi, al que para acceder es necesario esperar si se está produciendo otra transmisión, lo que se conoce como contención», explica Vilajosana. En el caso de la telefonía móvil, actualmente funciona mediante la tecnología llamada «random access channel», un canal de acceso aleatorio para el establecimiento de llamadas y la transmisión de datos que se congestiona cuando muchas personas quieren comunicarse al mismo tiempo. «Con nuestra tecnología se ordenan los accesos a la red en instantes, lo que facilita el acceso de todo el mundo», añade el investigador.
HSS ordena los accesos a las redes inalámbricas
La actual tecnología de acceso a la red produce colisiones entre las señales que quieren transmitirse y no se facilitan las comunicaciones. «Nuestro protocolo patentado sustituye la contención por unas colisiones muy cortas, otorgando turnos a las conexiones de forma ordenada, lo que crea un árbol ternario, una estructura de datos en la que cada nodo tiene un máximo de tres hijos», detalla el investigador. «Ordenamos los accesos estableciendo, en mínimos lapsos de tiempo, colas que pueden tener incluso miles de participantes», puntualiza Vilajosana.
El protocolo de la UOC comprueba la posibilidad del envío de información en la red con pequeñas colisiones y, posteriormente, lleva a cabo una elevada transmisión de datos sin colisión. «En vez de enviar un paquete de información de miles de bytes en la red, como puede ser un mensaje, podemos enviar un único byte, comprobar si es posible el envío y realizarlo entonces. Una operación que se completa en un instante», relata. «Dividimos, así, los intentos de acceso de forma exponencial, en paquetes de información que se envían en milisegundos, evitando las colisiones», concluye.