Si Europa adopta la carga eléctrica inteligente de vehículos y toma en serio las posibilidades que ofrecen las baterías de iones de litio ya usadas para darles una segunda vida para el almacenamiento energético, los estados miembros podrían ahorrarse miles de millones de euros. Son las conclusiones del estudio «Batteries on Wheels» que la organización «Transport & Environment» (T&E) y un consorcio empresarial han encargado a la consultora británica Element Energy.
La organización con sede en Bruselas, formada por entidades públicas y privadas, señala el «enorme potencial» que ofrecen los vehículos eléctricos y que la Unión Europea podrá aprovechar si invierte suficientes fondos en crear instalaciones de almacenamiento de reciclaje de baterías y en la generación de energía de origen renovable. Algo que corrobora el estudio, que cifra en más de 1.000 millones de euros al año el ahorro que podrían obtener algunos países de la UE, una cantidad calculada a partir del análisis de las redes eléctricas nacionales de Francia, Italia, España y el Reino Unido.
El informe utiliza casos de uso de los cuatro países, y explica que, sin una gestión inteligente de la carga, la creciente demanda de electricidad para alimentar los vehículos podría poner en una situación de aprieto las redes nacionales y generar costes. Sin embargo, adoptando la carga inteligente, esta demanda sí puede suponer beneficios que superan claramente los costes, situándose entre los 500 y los 1.300 millones de euros por país y año para 2040.
Vehículos eléctricos que absorben el excedente de energía renovable
La carga inteligente que propone el estudio se basa en aprovechar los tiempos de máximo suministro eléctrico para llevar a cabo la carga y evitar los momentos de mayor demanda. Esto se podría llevar a cabo mediante incentivos, de tal forma que hacer uso de la electricidad en tiempos de baja demanda y alta oferta resulte más barato.
El estudio explica que los vehículos eléctricos no tienen que poner en una situación difícil las redes eléctricas nacionales, ya que se debe aprovechar el exceso de energía renovable que la red no puede integrar fácilmente almacenándola en los vehículos eléctricos.
«Los coches eléctricos no bloquearán nuestras redes como algunas personas informan de manera engañosa», afirma Julia Poliscanova, responsable de Movilidad Eléctrica y Vehículos Limpios de T&E, «por el contrario, el informe «Batteries on Wheels» muestra que estos vehículos pueden evitar las costosas actualizaciones de las redes eléctricas de Europa y permitir que más fuentes de energía se conecten más rápido». Pero también advierte que, para que esto suceda, «los gobiernos de Europa tienen que configurar sistemas para que los vehículos eléctricos se carguen en el momento adecuado del día».
Más inversión en infraestructuras de reciclaje de baterías de litio
El estudio advierte que la Unión Europea, actualmente, no tiene la capacidad suficiente para reciclar las baterías de los vehículos eléctricos que circulan ahora mismo y, a menos que la nueva directiva sobre baterías de la UE establezca objetivos ambiciosos para el reciclaje de baterías de iones de litio, «se perderán materiales valiosos». Estos objetivos, indica el estudio, proporcionarán certezas de inversión para la industria del reciclaje en Europa, ya que la mayoría utiliza baterías de plomo en vez del tipo de ion de litio que usan los coches eléctricos.
En este sentido, Poliscanova apuntó que «el reciclaje no es solo un pilar clave de la producción sostenible, sino que también tiene un gran potencial para mantener metales críticos como cobalto y litio en Europa, creando en el camino nuevas industrias y empleos verdes».