Si uno de los obstáculos para el despliegue de la movilidad eléctrica es la falta de una extensa red de estaciones de recarga eléctrica, una de las posibles soluciones pasa por no necesitar esos puntos de carga para alimentar los vehículos eléctricos. La respuesta está en la recarga en movimiento, es decir, mientras el vehículo está circulando. Así son dos proyectos por los que ha apostado la Administración de Transporte de Suecia, que ha dado luz verde y financiación a proyectos de carreteras eléctricas con tecnología de conducción mediante un sistema electrificado pegado al asfalto, y con tecnología de inducción, sin contacto físico entre el vehículo y el transmisor de la electricidad.
Suecia lleva tiempo planificando un sistema de carreteras eléctricas para el país. El primer test se llevó a cabo en 2016 con la inauguración de un tramo de autopista eléctrica mediante un sistema de catenarias apto para vehículos pesados.
Al mismo tiempo, con el apoyo de la Administración de Transporte de Suecia, se desarrolló el proyecto «eRoadArlanda«, por el que se instala un riel eléctrico en las inmediaciones del aeropuerto de Arlanda para probar la electrificación de carreteras con tecnología de conducción, basada en rieles que obligan al vehículo a circular en contacto con ellos.
Un sistema nacional de carreteras eléctricas
Ya en noviembre de 2017, Suecia presentó un documento concebido como su hoja de ruta hacia un sistema nacional de carreteras eléctricas y en 2018 lanzó una consulta al mercado para recabar proyectos que lleven esa hoja de ruta a la realidad.
El país es consciente de que, para cumplir los compromisos internacionales de reducción de emisiones de dióxido de carbono en el sector del transporte, debe iniciar un plan nacional que permita un cambio de modelo en los combustibles de su sistema de transportes. En Suecia, los vehículos pesados se encargan de transportar casi el 89% de los productos que se mueven por el país y son responsables del 25% de las emisiones CO2 del transporte.
Además, «una expansión de las carreteras eléctricas también contribuye a generar más empleos y aumentar la competitividad, especialmente a través de la experiencia que adquirimos en esta área», explica Jan Pettersson, director de Desarrollo Estratégico de la Administración de Transporte de Suecia.
Compra pública innovadora
Tras la consulta al mercado, la iniciativa de compra pública innovadora o compra pública precomercial dio como resultado la selección de dos propuestas para desarrollar una siguiente fase, que aplican diferentes conceptos a la electrificación de las autopistas. El Gobierno sueco invertirá 16,5 millones de euros (175 millones de coronas suecas) y el resto de los fondos necesarios para poner en marcha ambos proyectos lo aportarán los consorcios que presentaron las propuestas.
Se trata del proyecto «Smart Road Gotland», que quiere desarrollar una carretera de carga eléctrica por inducción para el transporte público entre la ciudad de Visby y el aeropuerto en Gotland Island, y el proyecto «Innovation Skane AB», que desarrollará una solución conductiva con un sistema de alimentación a nivel de la superficie del asfalto para el transporte público en la ciudad de Lund.
«Queremos que se verifiquen diferentes tecnologías para la propulsión de los vehículos eléctricos durante el viaje en el entorno más real posible», destacó Mats Andersson, experto en innovación aplicada al transporte y responsable del proyecto de compra pública precomercial de la Administración de Transporte de Suecia.
Carreteras que cargan el coche eléctrico por inducción
El consorcio «Smart Road Gotland» obtuvo en la licitación la puntuación más alta posible y desarrollará su idea de electrificación de autopistas mediante la trasferencia inalámbrica de energía. El consorcio tiene previsto desplegar una carretera eléctrica de 1,6 kilómetros de longitud como parte de la ruta total de 4,1 kilómetros entre la ciudad de Visby y su aeropuerto, en la isla de Gotland, en el Mar Báltico.
El proyecto se basa en la tecnología desarrollada por Electreon, una empresa israelí que dirigirá la siguiente fase. Esta tecnología, denominada «DWPT system» (Dynamic Wireless Power Transfer) supondrá el despliegue de unas bobinas eléctricas bajo el asfalto, a ocho centímetros de la superficie, por lo que son invisibles para los usuarios de la autopista. La bobina se activa únicamente cuando un vehículo eléctrico circula sobe ella.
Según explica la compañía, este sistema es compatible con todo tipo de vehículos eléctricos, incluidos autobuses, camiones, turismos y los futuros coches autónomos. Los vehículos deben estar equipados con un receptor de la energía, que no pesa más de 12 kilos en el caso de un turismo, y varios receptores en el caso de los vehículos pesados para poder optimizar los niveles de carga.
Oren Ezer, CEO de Electreon, asegura que su sistema «permite electrificar de forma económica flotas de camiones sin necesidad de enormes baterías o tener que pararse para recargar energía». Está previsto que se realicen pruebas con vehículos pesados eléctricos en diversas condiciones climáticas para garantizar que este sistema se puede desarrollar a gran escala en autopistas. El proyecto estará terminado en 2022 y el consorcio quiere convertirse en la primera iniciativa en el mundo capaz de cargar mediante inducción tanto un camión eléctrico como un autobús mientras están en plena circulación.
Un sistema de alimentación conductual a nivel del suelo
El consorcio «Elväg Syd» fue el segundo proyecto seleccionado. Formado por socios de la industria, el sector público y la universidad, tiene previsto iniciar las obras de su sistema de alimentación eléctrica por conducción en el primer trimestre de 2020 en la ciudad de Lund, concretamente en un tramo de un kilómetro de la carretera Getingevägen. La Universidad de Lund y la empresa Elonroad con sede en la misma ciudad, han desarrollado la solución técnica que aportan.
El funcionamiento de la tecnología ideada por Elonroad se basa en un riel conductor de la electricidad que se ancla a la superficie de la carretera. Presenta una anchura de unos 30 centímetros con cinco centímetros de alto. Este minicarril está ideado para colocarse en las autopistas a intervalos y se activa cuando pasa un automóvil eléctrico sobre él.
«La carretera eléctrica detecta al vehículo y con este sistema, se puede automatizar desde la carga hasta los modelos de pago», explica Per Löfgren, de la compañía Region Skåne, que coordina el consorcio. Los vehículos entran en contacto con el minicarril conductor de la energía con un sistema sencillo y barato que sirve para todo tipo de vehículos. De esta forma, el coche o el vehículo pesado puede ir recargando la batería mientras está en movimiento.
Elonroad lleva desde 2012 trabajando en el desarrollo de esta tecnología. «Ahora estamos ansioso por ver cómo carga un autobús urbano en el tramo de carretera eléctrica de Lund», afirmó Dan Zethraeus, fundador de Elonroad. La vía eléctrica se va a construir en el carril bus de la carretera, de forma que el resto del tráfico no se vea afectado, y estará lista en 2023.
A medida que se desarrollan ambos proyectos, se irán acumulando conocimientos basados en la experiencia y, una vez ambos hayan concluido, todos esos conocimientos y resultados pasarán a la Administración de Transporte de Suecia, que finalmente decidirá si desarrolla a gran escala estas tecnologías dentro de su plan de electrificación de carreteras.