Inteligencia artificial y big data se aplican mediante diferentes casos de estudio del agua en el proyecto de Horizonte 2020 Scorewater para generar información sobre la personalidad de los barrios. Una aproximación denominada sociología de las aguas residuales, que desarrollará un caso de estudio en Barcelona.
El proyecto se ha puesto en marcha este mismo mes y se prolongará durante cuatro años, con un presupuesto de 5,8 millones de euros. Desplegará tres laboratorios sociales «living labs» en las ciudades de Barcelona, Gotemburgo (Suecia) y Amersfoort (Holanda) según explica el centro tecnológico Eurecat, que participa en el proyecto junto al Instituto Catalán de Investigación del Agua (ICRA), el Consorcio Instituto de Estudios Regionales y Metropolitanos de Barcelona (IERMB), la fabricante de sensores online s-can Iberia y el operador público municipal del agua, Barcelona Ciclo del agua (BCASA).
Living Lab Barcelona
El «living lab» de Barcelona facilitará información sobre hábitos de gestión de residuos en los hogares, incluyendo la adecuada gestión de los aceites y las grasas y de las toallitas húmedas, o los hábitos de consumo de productos farmacéuticos, como los antibióticos. Esta información se obtendrá a partir del análisis químico, microbiológico y de caudales de las aguas residuales en el alcantarillado y con la aplicación de inteligencia artificial y big data.
Se trata de una aproximación novedosa a la que se le llama sociología de las aguas residuales («sewage sociology» en inglés) y, tal y como indica Eurecat, será clave en el futuro inmediato para diseñar campañas de concienciación ciudadana en lo que a gestión de residuos en los hogares y hábitos de salud se refiere. Por otra parte, los gestores del alcantarillado tendrán una herramienta para realizar un mantenimiento preventivo que implicará ofrecer un mejor servicio a los ciudadanos.
Otros objetivos del proyecto Scorewater
El «living lab» de Gotemburgo se centra en la integración de herramientas de monitorización de la calidad del agua con información de planificación urbana para la reducción del impacto de las aguas contaminadas durante la construcción de infraestructuras y edificaciones en los diferentes elementos del ciclo urbano del agua. Por su parte, el «living lab» de Amersfoort se centra en potenciar la resiliencia de la ciudad frente a inundaciones, mediante la integración de información proveniente de modelos hidráulicos, sensores y bases de datos de planificación urbana.
El proyecto Scorewater desarrollará una plataforma para poner en contacto a proveedores con consumidores de datos para desarrollar nuevos productos y servicios de valor añadido para la sociedad. La plataforma también se nutrirá de datos de los habitantes mediante iniciativas de ciencia ciudadana. La plataforma estará dotada de mecanismos de seguridad, de privacidad y de estandarización. Finalmente, el proyecto contempla actividades de educación ambiental en escuelas mediante videojuego serio y en museos mediante exposiciones interactivas.