Un dron totalmente autónomo y dotado de un programa de inteligencia artificial ayudará a la ONG Open Arms en el rescate de personas en el Mediterráneo. El pasado fin de semana se desarrolló en Burriana (Castellón) la primera prueba de este vehículo no tripulado en alta mar después de más de un año de investigación y desarrollo de este proyecto, desarrollado Freeda, en el que han participado tres estudiantes de la Universidad Politécnica de Cataluña – BarcelonaTech y la Fundación Hemav.
El principal objetivo de este primer test, según ha explicado Sergi Tres, coordinador del proyecto y alumno de la UPC, era «hacer pruebas del aterrizaje del dron en el barco, comprobar el alcance del sistema de telecomunicaciones y crear una base de datos de fotografías aéreas para el entrenamiento del programa de inteligencia artificial que hemos desarrollado para la detección automática de barcos».
Vuelos autónomos y de larga distancia
El dron lleva incorporado un software que le permite realizar un vuelo totalmente autónomo, desde que despega del barco de la ONG, y sobrevolar el mar a largas distancias mientras va captando imágenes con un sensor térmico. Estas imágenes son procesadas automáticamente y enviadas en el mismo instante a la tripulación del barco de Proactiva Open Arms. Asimismo, el dron manda información sobre el rumbo, la posición y la velocidad de la embarcación detectada.
Para la organización Proactiva Open Arms el uso de drones supone una ventaja en las tareas de rescate, ya que pueden volar largas distancias y ampliar el área controlada. Explican que, trabajando con varias plataformas simultáneamente se podría tener una vigilancia prácticamente constate de la zona de búsqueda y salvamento de Libia. Además, les dará la oportunidad de detectar embarcaciones con mayor rapidez y dar avisos a tiempo para permitir la actuación de los socorristas.
«Tener el apoyo de los drones en nuestras tareas de búsqueda y rescate será de gran ayuda para ampliar el área controlada», ha afirmado Ricardo Sandoval, capital del Open Arms, «esperamos poder contar con ellos lo antes posible».
La iniciativa la ha impulsado la Fundación Hemav, de la compañía tecnológica española del mismo nombre, que quiere llevar su actividad a la sociedad mediante proyectos de innovación de carácter humanitario, ambiental y social. Para llevar adelante el proyecto Freeda han contado con dos estudiantes de la Escuela de Ingeniería de Telecomunicaciones y Aeroespacial de Castelldefels (EETAC) y uno de la Escuela Superior de Ingenierías Industrial, Aeroespacial y Audiovisual de Terrassa (ESEIAAT).