Contenedores de transporte que se convierten en inteligentes mediante microsensores integrados y redes de sensores inalámbricos de bajo coste y alta autonomía que monitorizan diferentes parámetros ambientales y los transmiten al exterior sin necesidad de cables. Así es el desarrollo que han llevado a cabo investigadores del Instituto de Smart Cities (ISC) de la Universidad Pública de Navarra (UPNA), en colaboración con la Universidad de Sevilla y la New Mexico State University de Estados Unidos, con financiación del Gobierno de España.
Las pruebas de campo de esta tecnología se han realizado en el puerto de Sevilla, el único comercial de interior en España, gracias al apoyo de la Autoridad Portuaria de Sevilla. «En el interior del contenedor se incluyen microsensores que captan parámetros como presión, temperatura, humedad o intensidad luminosa», explica el catedrático del ISC, Antonio López, «estos datos son transmitidos al nodo exterior del contenedor, que los procesa y transmite al nodo coordinador de la red. Este los pone a disposición del Sistema de Información Logística Unificado en tiempo real, para su empleo por parte de todos los actores relevantes de la cadena logística: el cliente, la empresa estibadora y la autoridad portuaria”.
Beneficios de los contenedores inteligentes
La comunicación entre los nodos interiores del contenedor y el exterior se realiza mediante ultrasonidos, por lo que no se precisa perforar la pared del contenedor. “Además, se busca la autonomía energética de los nodos interiores, de forma que puedan autoabastecerse de la escasa energía disponible en el interior del contenedor procedente de vibraciones o gradientes térmicos”, apunta Antonio López, catedrático del Departamento de Ingeniería Eléctrica, Electrónica y de Comunicación de la UPNA.
El sistema facilita un flujo de la información más accesible, cuando el cliente lo precise y vía Internet, y se obtiene «una perfecta trazabilidad del proceso logístico desde origen a destino», describe López. Además, el proyecto permite mejorar la visibilidad de la carga, con lo que se mejora la seguridad, ya que, con frecuencia, tal y como señala el investigador, «los contenedores se usan por organizaciones delictivas para, por ejemplo, el comercio de drogas, trata de personas, o compra y venta ilícita de animales».
La obtención de información verificable y en tiempo real también mejora la salubridad y la calidad de los elementos que transporta, ya que permite la detección temprana de fallos en la cadena de frío o de niveles de humedad anómalos.