Los proyectos de Compra Pública Innovadora (CPI) empiezan a dar sus frutos en el Ayuntamiento de Madrid con el dispositivo Efibús, una iniciativa pionera de medición y ahorro, a partir de un producto tecnológico totalmente nuevo, aplicado en este caso a la eficiencia en la conducción y el ahorro energético en los autobuses de la Empresa Municipal de Transportes (EMT).
Para ver los resultados del proyecto, se ha incorporado un ecoindicador en el salpicadero de los autobuses implicados en las pruebas de Efibús durante tres meses. Este dispositivo muestra al conductor, durante su itinerario, toda la información relacionada con su conducción.
Además de las aceleraciones o las frenadas, este dispositivo dispone, entre otros, de sensores de luminosidad, que advierten de cuándo apagar las luces porque su uso resulta innecesario, sensores de control de la temperatura para un uso más eficiente de la climatización a bordo, o de movimiento que registran los giros demasiado bruscos.
Ampliación del proyecto a 1.000 autobuses
Tras tres meses de prueba, Efibús ha permitido un ahorro de consumo del 7,4 por ciento en el caso de los autobuses propulsados por diésel, que desaparecerán de las calles de Madrid en 2020, y un ahorro del 3,5 por ciento en los propulsados por GNC y que suponen el 66% del total de la flota municipal. También se ha constatado una mejora en la conducción superior al 3,6 por ciento con la consiguiente comodidad para los usuarios.
En esta primera fase, han participado 20 autobuses de dos líneas y 10 conductores de EMT. Los datos generales obtenidos se basan en un total de 382 expediciones. Dados los buenos resultados registrados, Efibús se implantará a lo largo de este año en unos mil autobuses municipales, lo que supone el 50% por ciento de la flota de EMT.
Primer proyecto de Compra Pública de Innovación (CPI)
Efibús ha sido el primer proyecto importante de Compra Pública de Innovación (CPI), financiado por la Coordinación General de Alcaldía, a través de la Dirección General de Innovación y Promoción de la Ciudad. Un capítulo al que se han destinado cerca de seis millones de euros entre los años 2017 y 2018. La previsión presupuestaria para el año 2019 son 10 millones de euros.
En esta primera fase del proyecto, la iniciativa se ha centrado en dos tipos de indicadores. Por un lado, la medición del cumplimiento de la calidad de la conducción, indicador directamente relacionado con la intensidad y duración de las aceleraciones y las frenadas. El sistema es capaz de medir estos niveles en la conducción para posteriormente corregirlos.
Reducción de emisiones y ahorro energético
Por otro lado, la medición de la eficiencia, factor relacionado más directamente con la frenada de los vehículos. La mejora en la conducción de los autobuses municipales, gracias a la ayuda de un dispositivo ecoindicador, se ha traducido en un importante ahorro energético, una mayor seguridad a bordo y un índice más bajo de emisiones contaminantes en la atmósfera.
Desde la perspectiva medioambiental, según informa la Empresa Municipal de Transportes de Madrid, la ampliación del proyecto a mil autobuses «tendrá un importante impacto en la ciudad de Madrid», ya que dejarán de emitirse cerca de cuatro toneladas de dióxido de nitrógeno (NOX) y 2.100 toneladas de dióxido de carbono (CO2) cada año, el equivalente a unos 1.150 coches privados.