El Puerto de Barcelona ha anunciado que invertirá 10 millones de euros en el despliegue de una nueva red de telecomunicaciones para prepararse ante la llegada de la tecnología 5G, prevista en la Unión Europea para 2020.
El proyecto, que se desarrollará en varias fases durante los próximos cuatro años, se ha adjudicado a la consultora tecnológica NAE, que dirigirá la oficina técnica encargada de desplegar la nueva red de telecomunicaciones. El plan contempla dotar al Puerto de Barcelona de una infraestructura de telecomunicaciones con gran capacidad y fiabilidad que esté preparada para los servicios de Internet de las cosas (IoT) y para el incremento de la automatización de las herramientas de gestión.
Banda ancha móvil, fibra, geolocalización y sensorización
También ofrecerá una cobertura total de la red en el territorio, con conexión en la fibra desde cualquier punto a menos de 500 metros, e incluirá la banda ancha móvil en varios ámbitos del recinto portuario, como los viales, edificios y zonas abiertas. La red permitirá que los trabajadores del Puerto de Barcelona puedan trabajar con un dispositivo móvil desde cualquier punto del recinto portuario.
El despliegue de conexión inalámbrica y los servicios de geolocalización posibilitarán el acceso a información de banda ancha y asociada a una localización en tiempo real, para agilizar tanto los servicios como la operativa portuaria. Además, la nueva red de telecomunicaciones permitirá medidas vinculadas a la gestión de la calidad del aire y del agua, como el control ambiental en tiempo real, la gestión de la energía y de edificios inteligentes y la sensorización y monitorización de espacios.
Puerto inteligente
Según informa Port de Barcelona, la red también facilitará la presentación de información de interés general en dispositivos de vídeo de alta calidad. Esta funcionalidad permitirá comunicar de manera efectiva información corporativa, de servicio o comercial, destinada a usuarios, operadores, pasajeros, ciudadanos u otros colectivos de interés.
Esta inversión responde al interés del Puerto de Barcelona por posicionarse como un puerto inteligente de referencia con iniciativas para gestionar los procesos logísticos y portuarios «de manera más eficiente y abierta».