A partir de 2019, Berlín tendrá hasta 1.000 nuevos puntos de recarga para vehículos eléctricos en áreas públicas, concretamente en farolas que se habilitarán también para esta función, y otros 600 en edificios privados. El proyecto, que será liderado por la empresa berlinesa Ubitricity, se enmarca en el programa «Clean Air 2017-2020» del Gobierno Alemán.
La iniciativa «Clean Air 2017-2020» pretende mejorar la calidad del aire en los 90 municipios alemanes que registran los peores valores de NOx, incluido Berlín. El proyecto, que ya ha sido aprobado, tiene como objetivo establecer rápidamente una infraestructura de carga rentable con facturación en Berlín para promover significativamente la expansión de la electromovilidad.
Infraestructura pública
Se ha prestado especial atención en asegurar que esta red de recarga se encuentre en espacios públicos y que los puntos de suministro sean accesibles para todos los usuarios. Además, se quiere examinar la posibilidad de que la energía utilizada para alimentar la infraestructura proceda de fuentes renovables.
El proyecto prevé instalar mil puntos de carga incorporados en las luminarias del alumbrado público de los distritos berlineses de Marzahn-Hellersdorf y Steglitz-Zehlendorf, con el fin de que los residentes sin acceso permanente a aparcamientos privados puedan hacer uso de estos dispositivos.
Mediante un sistema de recarga inteligente y medición móvil, los usuarios podrán pagar fácilmente la electricidad utilizada con el proveedor energético de su elección. La ciudad de Londres ya llevó a cabo un proyecto piloto con este sistema de recarga eléctrica el pasado año.
Puntos de recarga en el sector privado
Además de los puntos de recarga públicos, también se tendrán en cuenta las áreas privadas. Se construirán hasta 600 puntos de recarga eléctrica en inmuebles comerciales y edificios de apartamentos para los ciudadanos de Berlín. «Esto no solo es una contribución a una mayor protección del clima en la ciudad, sino que también alivia las redes eléctricas y, por lo tanto, también apoya la transición energética», ha explicado uno de los socios del proyecto.
Una vez que estén operativos, los dispositivos de carga serán monitorizados. El análisis de los datos obtenidos se empleará en el desarrollo de nuevos métodos y herramientas inteligentes para la planificación y el control de las infraestructuras de carga. De esta manera, se evitarán los cuellos de botella por sobrecarga y disponibilidad, así como las inversiones innecesarias, haciendo de la electromovilidad una experiencia positiva para todos los agentes involucrados.
Para llevar a cabo este ambicioso proyecto se ha constituido la plataforma Neue Berliner Luft que irá informando periódicamente de los avances conseguidos.