Los beneficios que puede esperar la Unión Europea del desarrollo de la inteligencia artificial y la supercomputación

Los beneficios que puede esperar la Unión Europea del desarrollo de la inteligencia artificial y la supercomputación. Imagen: Comisión Europea

Desde las instituciones europeas se ha señalado en numerosas ocasiones el poder disruptivo que tendrá la inteligencia artificial capaz de generar profundos cambios en la economía, el empleo y otros ámbitos de la sociedad. La robótica, la tecnología aplicada a la salud, la protección del medio ambiente o la movilidad urbana, son algunos de los aspectos que se verán beneficiados por la IA en el día a día de la vida de ciudades, comunidades y territorios.

La Unión Europea ha lanzado una estrategia coordinada para el desarrollo de la inteligencia artificial, entre otras medidas que quieren posicionar Europa a la cabeza en aplicaciones IA. Imagen: Comisión Europea.

La Unión Europea está llevando a cabo numerosos movimientos para posicionarse en el desarrollo de la inteligencia artificial, una de las tecnologías que marcarán el futuro y que ya forman parte del presente. Con la vista puesta en el próximo periodo presupuestario que va de 2021 a 2027, ya prepara el nuevo programa de financiación Europa Digital cifrado en 9.200 millones de euros, de los cuales se destinan al desarrollo de la IA 2.500 millones y a la supercomputación, esencial para la inteligencia artificial, 2.700 millones de euros.

Además, justo antes de final de año, la Comisión Europea presentó el plan de acción para fomentar el desarrollo y uso de la IA en Europa, y los estados miembros junto a Noruega y Suiza firmaron una declaración de cooperación en esta materia. Pocos días después, el grupo de expertos de alto nivel sobre IA de la Comisión publicaba el borrador del código ético de IA y está previsto que en marzo se conozca su versión final.

Barcelona acoge hasta este viernes la primera reunión del proyecto Inteligencia Artificial para la Unión Europea. Imagen: Barcelona Supercomputer Center.

Este mismo viernes culmina en Barcelona el encuentro que han mantenido durante tres días 79 entidades europeas para dar comienzo al proyecto AI4EU, (Inteligencia Artificial para la Unión Europea), financiado con 20 millones de euros por la Comisión Europea.

Aumento de la inversión en inteligencia artificial

Según reconoce el director general de Redes de Comunicación, Contenido y Tecnología de la Comisión Europea, Roberto Viola, pese a sus esfuerzos, a día de hoy, la UE «sigue rezagada con respecto a otras partes del mundo cuando se trata de invertir en IA», una tendencia que trata de revertir con el aumento de la financiación para investigación en este área hasta 2020, a la que se unirán las inversiones de los estados miembros y del sector privado. En suma, se estima en 20.000 millones de euros el gasto en el desarrollo de esta tecnología en los próximos años.

Las múltiples aplicaciones de la inteligencia artificial generará beneficios para la economía y la sociedad, según las instituciones europeas. Imagen: Comisión Europea.

¿En qué resultados debe convertirse este generoso presupuesto? Las respuestas son múltiples como lo son sus aplicaciones y los beneficios que aportarán a la economía y la vida de los ciudadanos. Roberto Viola trata de explicarlos, yendo más allá de las ideas y estereotipos que genera habitualmente esta tecnología, alimentados habitualmente por el cine y la literatura, que debe ser entendida como una herramienta extraordinariamente útil por su «habilidad para aprender y actuar de acuerdo con ese aprendizaje».

En su reflexión, Viola señala cómo la IA «ya nos está haciendo más sanos, dándonos aire y energía limpia, manteniéndonos seguros en Internet o en desplazamientos y mejorando la calidad de nuestro trabajo».

Inteligencia Artificial y la promesa de una movilidad más segura

Sin un adecuado desarrollo de la inteligencia artificial, entre otras tecnologías, no es posible la conducción autónoma, cuyo principal fin es reducir las muertes por accidente de tráfico cifradas por la Organización Mundial de la Salud en 25.000 al año en la Unión Europea y 1,3 millones en todo el mundo. En este caso los sensores de IA «sustituyen a los ojos humanos, los oídos, los pies y las manos», recuerda Viola, y deben enviar, como hacen los sentidos y las extremidades al cerebro, los datos recogidos de todas las señales que afectan a la conducción, desde la distancia del coche con otros vehículos hasta el comportamiento de otros usuarios de la carretera, como ciclistas y peatones.

La conducción autónoma es una de las áreas en las que la Unión Europea trabaja aplicando los avances en inteligencia artificial. Imagen: Comisión Europea.

Las aplicaciones de IA en las ciudades inteligentes jugarán un papel muy importante en aspectos como la gestión del tráfico, la seguridad y el control de la contaminación. Roberto Viola ilustra esta afirmación con ejemplos como la capacidad de esta herramienta para adaptar los semáforos, en tiempo real, a las necesidades de la demanda del flujo de tráfico o analizando, la posibilidad de identificar a un niño perdido o prevenir ataques terroristas en una aglomeración de personas mediante softwares de reconocimiento facial y el análisis de la calidad del aire para tomar decisiones adecuadas.

El reconocimiento facial a partir de IA permitiría localizar, por ejemplo, a un niño perdido en una multitud.

La Unión Europea trabaja en el desarrollo de un sistema que permita el cambio entre un conductor humano y la máquina, es decir, el sistema de conducción autónoma, sin que se produzca ningún tipo de interrupción o riesgo de seguridad en la conducción. Además, la IA también se está probando en el marco europeo en un sistema de control de velocidad capaz de adaptarse a las necesidades de circulación, por ejemplo, en una situación de congestión de tráfico en la ciudad o en carretera. Este sistema ayudaría a reducir el riesgo de accidentes que generan los atascos.

Predicción de desastres naturales y automatización de tareas

Roberto Viola recuerda que el desarrollo de la supercomputación facilitará la creación de «modelos extraordinariamente precisos» capaces de ayudarnos a preparar respuestas proporcionadas ante desastres naturales en un mundo donde el clima está cambiando. En este sentido señala el trabajo que se realiza en la ciudad italiana de Bolonia, que alberga un centro de supercomputación centrado en mejorar las predicciones del tiempo. De esta forma y a través de la inteligencia artificial se tendrá una mayor capacidad para predecir «cuándo y dónde se producirán incendios, inundaciones y terremotos».

Robot del proyecto europeo SmokeBot, diseñado para asistir a bomberos en misiones de rescate en situaciones de poca visibilidad. Imagen: web proyecto SmokeBot.

Destaca como ejemplo de otros usos de la IA el proyecto SmokeBot por el que un robot basado en esta tecnología puede ayudar a los bomberos en misiones de búsqueda y rescate donde la visibilidad es muy baja. La inspección y limpieza del alcantarillado o el mantenimiento de maquinaria de difícil acceso mediante robots harán posible la automatización de tareas y procesos peligrosos para el ser humano.

Comunicación con la ciudadanía y servicios personalizados

Europa también trabaja en una plataforma que puede incorporarse en las webs de las administraciones públicas para mejorar su interacción con los ciudadanos a través de un complejo sistema de preguntas y respuestas que pueden resolver, de manera instantánea y sin desplazamientos, las dudas del público. Según Viola, la inteligencia artificial también permitirá la provisión de servicios como la luz y el agua de una forma más inteligente y personalizada, que propiciará un importante ahorro de recursos.

Conocimiento profundo del cuerpo humano y sus aplicaciones en salud

La salud es otro de los sectores en los que Europa está desarrollando esta tecnología, con proyectos de cirugía en remoto mediante robots que ayudan a los cirujanos o desarrollando una técnica más precisa de detección de cáncer de mama mediante imágenes de resonancia magnética tomadas por robots controlados por IA con sensores de ultrasonidos y de presión para ofrecer una visión mucho más clara de las áreas potencialmente enfermas.

La salud es uno de los sectores que más se beneficiará del desarrollo de la inteligencia artificial.

Se abren múltiples posibilidades en el estudio del cuerpo humano y el campo de la genómica, un área en la que trabaja el «Barcelona Supercomputing Centre«, donde las actualizaciones de su supercomputadora MareNostrum es capaz de analizar ingentes cantidades de datos del genoma humano y ampliar su conocimiento sobre cómo nos afecta el cáncer, así como trabajar en el desarrollo de soluciones médicas personalizadas basadas en las necesidades de cada paciente.

 
 
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