Los coches autónomos podrían obstruir los centros urbanos de las ciudades, ya que aumentarán el tráfico en estas áreas, que ya están sobrepobladas. Esa es una de las principales conclusiones de un estudio conjunto editado por el Foro Económico Mundial y Boston Consulting Group (BCG) con la ciudad de Boston.
El estudio Reshaping Urban Mobility with Autonomous Vehicles. Lessons from the City of Boston indica que, si bien los coches sin conductor reducirán el número de automóviles y el tiempo total de viaje en las ciudades, el efecto no se distribuirá de forma uniforme, ya que las zonas más céntricas podrían registrar un aumento del flujo de tráfico.
Por eso, los autores del estudio, que han obtenido conclusiones de un modelo de simulación llevado a cabo en la ciudad estadounidense de Boston, instan a los gobiernos municipales y estatales a que intervengan para evitar una disminución significativa de los medios de transporte colectivos, que siguen siendo esenciales para la movilidad urbana. Además, recomiendan un adecuado sistema de incentivos al vehículo autónomo en determinadas circunstancias.
«Las ciudades no pueden tener una actitud hacia los vehículos autónomos de ‘esperar y ver'», dijo John Moavenzadeh, miembro del Comité Ejecutivo del Foro Económico Mundial y coautor del estudio. «Las ciudades necesitan explorar activamente políticas e incentivos, con precios dinámicos, carriles exclusivos y rediseño de espacios para peatones para garantizar que los vehículos autónomos logren el valor que prometen para la sociedad. Si no se toman tales decisiones, las ciudades corren el riesgo de perder más de lo que obtendrán de los vehículos sin conductor».
Simulación de tráfico en Boston
Un sofisticado modelo de simulación de tráfico para la ciudad de Boston mostró que tanto la cantidad de vehículos en circulación como los tiempos de viaje cambiarían significativamente. Mientras que los vecindarios fuera del núcleo del centro de la ciudad, como Allston, registraban una reducción en el tráfico y una disminución en el tiempo de viaje, los viajeros del centro de la ciudad se enfrentarían a un aumento de ambos factores: tráfico y tiempo en ruta.
Por contra, y de manera positiva, el estudio también indicó que un cambio hacia la movilidad autónoma reduciría en un 48% el número de espacios necesarios para aparcar en Boston, lo que abriría grandes oportunidades para repensar las calles y el diseño urbano en general.
El equipo realizó un análisis conjunto a gran escala para preguntar a miles de residentes en el área de Boston qué tipos de vehículos autónomos y no autónomos podían conducir en determinadas situaciones, como, por ejemplo, viajar al trabajo cuando llueve. El análisis predijo un cambio claro hacia la movilidad bajo demanda, que representarán el 30% de todos los viajes en el área metropolitana de Boston (frente al 7% actual) y el 40% de los desplazamientos dentro de los límites de la ciudad en el futuro.
«La movilidad autónoma bajo demanda ofrece un servicio puerta a puerta muy conveniente con un asiento garantizado y tras una reserva a través del móvil, todo esto a precios muy competitivos», dijo Nikolaus Lang, socio sénior de BCG y coautor del estudio. «Para viajes de menos de cuatro millas (6,5 kms), es probable que los viajeros opten por taxis autónomos en lugar de tomar opciones de transporte público de gran capacidad como autobuses o trenes». Esto aumentaría la cantidad de automóviles en marcha. el camino y el tiempo de viaje promedio en 5.5% en el centro de Boston.
Recomendaciones y medidas
El estudio concluyó que los gestores políticos deben tener en cuenta que el impacto de los vehículos sin conductor variará no solo de ciudad en ciudad, sino también entre barrios. Se necesitarán políticas e incentivos para fomentar la innovación de la tecnología a la vez que garanticen que sus beneficios superan con creces sus desafíos que traen consigo.
Entre las recomendaciones del equipo redactor del informe se incluyen medidas para mejorar el tiempo en ruta en la ciudad. El estudio señala los beneficios de introducir un esquema de precios basados en la ocupación del vehículo para desalentar la conducción en solitario, una medida que podría mejorar el tiempo de viaje en un 15%.
También recomiendan convertir los aparcamientos en la calle en áreas exclusivas para recoger o dejar pasajeros, en carriles para este tipo de vehículos o para el trasporte público de mayor capacidad, como el autobús. Esto podría reducir el tiempo de viaje en un 10%. También recomienda asignar carriles exclusivos para vehículos compartidos autónomos, lo que acortaría el tiempo del desplazamiento en un 8%.