En la provincia de Barcelona han comenzado las obras para extender la fibra óptica a 55 municipios y, con ello, a unas 180.000 personas que viven esta demarcación. El presidente de la Diputación de Barcelona, Marc Castells, y el consejero de Políticas Digitales y Administración Pública, Jordi Puigneró, asistieron la semana pasada al comienzo de las obras de soterramiento de la red de fibra en los arcenes de la red de carreteras de la propia Diputación.
A través de un sistema de colaboración público-privada, la canalización que lleva a cabo la Diputación en los arcenes de estas carreteras, los municipios se podrán conectar. Las obras cuentan con un presupuesto de 18,8 millones de euros con los que, según Castells, la red de carreteras se pone «al alcance del siglo XXI conectando la fibra óptica». Los trabajos de ensanchamiento y mejora de los arcenes, donde se incorporará la infraestructura para la fibra óptica, tendrá un impacto a 252 kilómetros.
Fibra óptica para los núcleos de más de 50 habitantes en 2023
El consejero de Políticas Digitales y Administración Pública, Jordi Puigneró, presente también en el inicio de las obras, recordó que el Gobierno de la Generalitat tiene la voluntad de replicar el acuerdo alcanzado con el resto de diputaciones para hacer llegar la fibra en las capitales de comarca del año 2020 y, en los núcleos de más de 50 habitantes el 2023.
La gestión de esta nueva red irá a cargo del Centro de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información de la Generalitat (CTTI), según el acuerdo entre esta entidad y la Diputación de Barcelona. La Diputación será la titular de la infraestructura destinada al paso de la fibra óptica. El CTTI la gestionará y, también, llevará a cabo la instalación de un cable de fibra óptica pública en toda la red. Además asumirá los costes de mantenimiento.
El convenio también contempla la creación de una comisión estratégica y una técnica para su seguimiento, así como un balance anual de gastos e ingresos de explotación.
La primera fase de este proyecto se realiza en las zonas de la demarcación donde actualmente no hay ninguna red de acceso a la fibra óptica o sólo hay una, pero se puede actuar para mejorar la competitividad.