Últimamente, Grupo ETRA no para de recibir premios por su labor al frente de proyectos europeos como Nobel Grid y Wise GRID. Lleva muchos años innovando en el marco de la transición energética y las ciudades inteligentes, un concepto que para esta compañía es mucho más que desplegar ‘gadgets’ en la vía pública y requiere de una construcción sobre verticales sólidos. Entrevistamos a Antonio Ortín, Director General de ETRA Investigación y Desarrollo, y a Antonio Marqués, Director de Tecnología e Innovación de la empresa.
ESMARTCITY: ¿Cuál es el secreto que permite a una empresa española competir con éxito en el sector de las smart cities a nivel internacional?
Antonio Marqués: En dos palabras, compromiso e innovación. Compromiso porque a las ciudades con las que trabajamos no las vemos como a clientes, sino como a socios. Nosotros no nos limitamos a proveer un producto o un servicio, sino que acompañamos a las ciudades a lo largo de todo el camino, incluyendo por supuesto la provisión de sistemas llave en mano que están completamente ajustados a sus necesidades. En este sentido, nuestro éxito es el éxito de las ciudades con las que trabajamos. E innovación porque en nuestro ADN ha estado siempre el convertir la tecnología más avanzada en soluciones a los problemas concretos de las ciudades. De hecho si tomamos el indicador de participación en los programas europeos de I+D+i, los más exigentes del mundo, ETRA se encuentra en el top 4% más exitoso de todas las entidades europeas que participan en el programa Horizonte 2020. Según este indicador, ETRA está entre las 10 empresas españolas que más I+D+i hacen, o por encima de dos tercios de las universidades españolas.
ESMARTCITY: ¿Desde esta posición de privilegio, cómo ven la evolución del mercado smart city en España?
Antonio Ortín: Estamos en un momento muy interesante. Después de la ‘fiebre’ que se desató hace unos años, cuando el concepto smart city era casi cualquier cosa y nuevos ‘players’ sin experiencia en el sector irrumpieron generando grandes expectativas entre las ciudades, el tiempo ha puesto a cada uno en su lugar, demostrando qué funciona y qué no. Hemos visto cómo las ciudades inteligentes no son solo una plataforma o el despliegue de gadgets en la vía pública.
La experiencia ha demostrado que, para que sirva a los gestores y a los ciudadanos, que al final son el objetivo último de nuestros esfuerzos, la ciudad inteligente ha de construirse de abajo hacia arriba, sobre verticales sólidos que provean los servicios esenciales de la ciudad, que ya existen en nuestras ciudades y que deben ser evolucionados. Estos verticales, que incorporan el ‘know how’ y las reglas de negocio de cada sector –gestión del tráfico, transporte público, eficiencia energética, alumbrado público inteligente, etc.-, han de mejorar en eficiencia mediante la tecnología. Una vez se dispone de unos verticales avanzados, que sigan los principios de ‘open data’ e interoperabilidad, podemos integrarlos sobre una plataforma urbana abierta, de modo que se puedan explotar sinergias entre verticales y ofrecer información y nuevos servicios a los ciudadanos.
ESMARTCITY: ¿Qué creen que se puede mejorar en el sector de las ciudades inteligentes en España?
Antonio Marqués: Todos estamos de acuerdo en que la innovación tecnológica es la única manera de hacer a nuestras ciudades sostenibles y competitivas. Sin embargo, aún podemos mejorar mucho en el ámbito de la inversiones públicas en este sector. Hemos de dejar de evaluar solo el coste de las inversiones para considerar en su lugar el valor. Probablemente invertir en tecnología implique un pequeño sobrecoste ahora que se verá compensado con los beneficios –el valor- que esta tecnología genere, hoy y en el futuro. Hemos de mirar más allá del coste de hoy, hemos de saber ver los beneficios futuros que la inversión en tecnología generará para toda la sociedad. En este sentido, esperamos que la nueva ley de contratación mejore las cosas.
Antonio Ortín: Otro aspecto de mejora, y relacionado con el argumento anterior, sería el mejor aprovechamiento de los fondos estructurales europeos por parte de las administraciones públicas en España para el desarrollo y evolución de nuestras ciudades y regiones. Nuestro país tiene asignados unos 29.000M€ en fondos estructurales para el periodo actual hasta 2020, de los cuales apenas tenemos comprometidos un 24% a finales de 2017, siendo el país con menor porcentaje de los 27 países socios europeos. El porcentaje de ejecución en España está en un 7% mientras otros países llevan ejecutado más del 50%.
Los objetivos temáticos para los que están previstos los fondos están perfectamente alineados con la mayor parte de las actuaciones y tecnologías a desplegar en el ámbito de las ciudades inteligentes, por lo que se dispone de un gran potencial de inversión que nuestras administraciones deberían poder activar, sobre todo considerando la capacidad tecnológica de nuestras empresas y la opción de consolidar un sector tecnológico emergente. Tenemos una gran oportunidad para los próximos años, que no deberíamos dejar pasar, considerando que los fondos no utilizados no se recuperan.
ESMARTCITY: ¿Qué valor aporta a Grupo ETRA al Congreso Ciudades Inteligentes, que ha celebrado su cuarta edición recientemente?
Antonio Ortín: Grupo ETRA viene ayudando a hacer a las ciudades más inteligentes desde mucho antes de que el concepto de smart city fuese acuñado. El ‘core’ de nuestra actividad es, desde la fundación de Grupo ETRA a finales de los setenta, justamente la provisión de soluciones tecnológicas que mejoren las estructuras y servicios básicos de las ciudades, tales como la movilidad, la eficiencia energética o la seguridad. Es por ello que desde el principio apostamos por la iniciativa del Congreso Ciudades Inteligentes, dado que teníamos claro que existía un sector y que éste sector necesitaba un punto de encuentro. En este sentido, nos congratula ver cómo nuestro granito de arena ha podido contribuir al éxito que el Congreso ha alcanzado a lo largo de estos años.