Un nuevo servicio de motos eléctricas compartidas circula ya por la ciudad de Madrid con una flota de 850 scooters que alcanzan una velocidad máxima de 45 km/h y tienen una autonomía de hasta 100 kilómetros.
Se trata de COUP, la nueva empresa de alquiler de vehículos eléctricos, de la que es propietaria el grupo Bosch, que ha empezado a operar en Madrid, después de hacerlo en Berlín y París. Para poder utilizarlas es necesario tener un permiso B de conducir o un permiso internacional de conducir y superar los 21 años.
A través de la app, los clientes pueden localizar y reservar la scooter eléctrica más cercana dentro de la zona en la que operan, que inicialmente incluye los distritos de Arganzuela, Centro, Chamberí, Chamartín, Ciudad Lineal, Retiro, Salamanca, Tetuán y algunas zonas de San Blas. No se necesita ninguna llave y su conste de tres euros por 20 minutos, 25 euros por un día o 15 euros por una noche completa.
Ceder espacio a la intermodalidad y al peaton
Acudió a su presentación la coordinadora general de Medio Ambiente, Sostenibilidad y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid, Paz Valiente, quien calificó la entrada de esta empresa en el mercado de la ciudad como una «magnífica noticia».
Por una parte, valoró que este tipo de vehículos contribuyan de forma «muy positiva en la contaminación acústica»; por otra parte, recordó que se trata de una modalidad de transporte «menos contaminante y compartida» y que forma parte de la tendencia a “ceder espacio a los ciudadanos abandonando progresivamente la idea de un coche en propiedad y tender hacia la idea de la intermodalidad”.