La tecnología blockchain está mostrando sus capacidades en diferentes sectores, más allá de las criptomonedas, y el sector de la salud es uno de ellos. Las tendencias en este sentido, según Capital Cell, pasan por iniciativas que se centran en la introducción de datos médicos en blockchain, en la trazabilidad en producción y consumo de medicamentos, y en la compartición de datos con fines de investigación y desarrollo de nuevos fármacos.
Según la plataforma de crowdfunding de inversión centrada en salud y biotecnología, la introducción de los datos médicos en blockchain configurará la identidad digital médica, formada por el historial, los tratamientos realizados y resultados analíticos, entre otros. “Dicha identidad nos pertenece, es de nuestra propiedad. Nosotros como propietarios de la información decidiremos quién, cómo y cuándo tiene acceso a determinada información”, asegura Jordi Riulas, asesor estratégico en Capital Cell. Los distintos agentes implicados en el servicio de salud, aseguradoras, empresas, médicos, hospitales, farmacéuticas o gobiernos, son usuarios de la información.
Estima que en breve se dispondrá de aplicaciones que permitirán el acceso controlado por el paciente a sus datos médicos mediante cadena de bloques y le permitirán compartir la información con aseguradoras médicas para solicitar presupuestos de pólizas, con médicos y hospitales para ayudar a mejorar su diagnóstico, con farmacias y laboratorios farmacéuticos para el seguimiento y control de los tratamientos o con centros de investigación o start ups de desarrollo de fármacos para la cesión de la información en estudios clínicos.
Desarrollo de fármacos con uso de blockchain
Otro gran ámbito de aplicación del blockchain en el sector salud es el derivado de la mejora en los procesos productivos de las farmacéuticas. “Se producirá una mejora importante en el seguimiento de la producción, distribución y consumo de los medicamentos. Aparecerán numerosas implementaciones sobre blockchain, tanto públicas como privadas, orientadas al servicio de la industria farmacéutica y a la mejora del servicio al consumidor”, añade Riulas.
Se abre para la ciencia y para el desarrollo de nuevos fármacos un universo de conocimiento colaborativo. El hecho de disponer de todos los datos médicos de forma pública, fiable y transparente a la vez que anonimizada permitirá un impulso significativo, una mayor velocidad y un ahorro de costes que provocarán un mayor y más rápido número de soluciones médicas disponibles para el usuario y consumidor.