Los integrantes del consorcio del proyecto de Corredores Ibéricos de Infraestructuras de recarga rápida de Vehículos Eléctricos (CIRVE) han firmado este martes en Madrid un acuerdo para que sean interoperables los 40 sistemas de carga rápida que forman parte de esta iniciativa y que estarán operativos a partir de 2019 a lo largo de los corredores que conectan España con el resto de Europa.
Este acuerdo va a romper importantes barreras para el desarrollo de la movilidad eléctrica, ya que la interoperabilidad permitirá que cualquier persona que conduzca un vehículo eléctrico pueda recargar y pagar en cualquier punto público de recarga, con independencia de quién lo esté operando. Además, el despliegue de cargadores rápidos que tiene previsto llevar a cabo este proyecto, facilita realizar viajes de mayor recorrido a bordo de un coche eléctrico, un punto clave para la extensión de este tipo de movilidad en España.
Una sola identificación para todos los sistemas de carga eléctrica
Según confirman desde el proyecto CIRVE, “la interoperabilidad es uno de los focos de trabajo que se están desarrollando durante el proyecto para que toda la infraestructura desplegada se pueda utilizar por los usuarios de vehículo eléctrico a través de un solo medio de identificación, evitando el tener que llevar diferentes tarjetas o dispositivos de identificación». El objetivo de este programa es conectar la Península Ibérica con el resto de países europeos mediante sistemas de carga eléctrica.
Está previsto que se desarrolle hasta finales de 2020 y sus 40 puntos de recarga formarán parte de la red Transeuropea de Transporte (TEN-T), un conjunto planificado de redes prioritarias de transporte pensadas para facilitar la comunicación de personas y mercancías a lo largo de toda la Unión Europea. Las ubicaciones específicas donde se van a instalar los puntos de carga se están seleccionado en función de los requisitos de este programa TEN-T.
CIRVE se puso en marcha el año pasado con la unión de EDP, Endesa, GIC, Iberdrola e Ibil, gestores de carga en este caso, con asociaciones del sector y con el apoyo de los Ministerios españoles de Fomento y de Economía, Industria y Competitividad y está cofinanciado por la Unión Europea a través de la convocatoria de 2015 del Connecting Europe Facility (CEF).