País Vasco quiere desarrollar la movilidad eléctrica. Con este fin han firmado un protocolo de colaboración tanto el Gobierno Vasco como la Diputación de Gipuzkoa y el Ayuntamiento de Donosti. Se trata de un acuerdo que recoge el compromiso de establecer una zona de protección ambiental y acústica, llevar a cabo actuaciones en materia de gestión de tráfico y de aparcamiento, promover un sistema de movilidad integrada y desarrollar un Sistema de Bus Eléctrico Inteligente (BEI).
Este último proyecto supone la electrificación total de la línea 28, la más utilizada en Euskadi con más de cuatro millones de viajeros al año. Se pondrán en circulación 11 autobuses de 18 metros totalmente eléctricos, así como las infraestructuras para carga eléctrica en paradas y cocheras. Además, se facilitará la inserción del BEI con nuevos sistemas de venta y cancelación de títulos en paradas, se instalarán sistemas de señalización y comunicación inteligente, se le asignará un carril preferente y tendrá prioridad semafórica.
Plataforma de Movilidad Inteligente
Según este acuerdo, desarrollarán una herramienta integrada para la plataforma de Movilidad Inteligente, equipamientos del centro de control, se completarán las soluciones y actuaciones del Proyecto Europeo ‘Replicate’ y se desarrollarán aplicaciones para teléfonos móviles.
El acuerdo recoge, en lo relativo al establecimiento de una zona de protección ambiental y acústica, el desarrollo de sistemas de reconocimiento inteligente de matrículas, captación de datos de tráfico basado en la tecnología radar, sistemas de captación de datos de tráfico basado en análisis de vídeo, equipamientos de detección de calidad del aire o la integración y puesta en producción de la Plataforma Smart Mobility.
«Revolución pendiente en la ciudad»
Para el alcalde de Donostia, Eneko Goia, la movilidad inteligente es “la principal revolución pendiente en la ciudad”, para lo que es necesario un sistema integrado y avanzado que “traerá cambios profundos en los próximos años, no sólo para las formas que tienen las personas para llegar a la ciudad y moverse dentro de ella, sino que también traerá cambios en la morfología y la configuración urbana”.
Arantxa Tapia, consejera de Desarrollo Económico e Infraestructuras, resaltó que el objetivo del Gobierno Vasco es “impulsar la introducción del vehículo eléctrico en Euskadi como medio de mejora de la eficiencia energética en el transporte y elemento impulsor de nuevas oportunidades de negocio en el tejido industrial vasco”. Resaltó que “es prioritario disponer de una red de transporte pública integrada y moderna, que sea capaz de ofrecer un servicio competitivo y atractivo, posibilitando dejar de lado el vehículo privado, apostando por un modelo energéticamente sostenible”.