La compañía Bosch ha apostado por las tecnologías para la smart city en su tanda de presentaciones en la reciente feria de tecnología CES Las Vegas con soluciones frente a inundaciones impredecibles y otros aspectos climáticos. Según afirmaba el consejero de la compañía, Stefan Hartung, «a largo plazo, las ciudades sin inteligencia no sobrevivirán». Entre hoy y el año el 2020, el mercado de la smart city crecerá un 19 por ciento anual, alcanzando un volumen de unos 680.000 millones de euros, según un estudio de Markets and Markets.
Una de las novedades que ha aportado la empresa en esta feria ofrece una solución ante las inundaciones impredecibles que se hacen cada vez más frecuentes provocadas por el cambio climático. En este sentido Bosch ha presentado un sistema de alerta para monitorizar en tiempo real el nivel del agua en ríos y otras masas de agua cercanas a las ciudades que advierte sobre una inundación inminente.
Los sensores ultrasónicos y las cámaras sondean y rastrean los cambios en el nivel, la velocidad y la corriente del agua. Los datos se envían a la nube “Bosch IoT Cloud” para su procesamiento. En caso de que se excedan los umbrales críticos, los municipios, los residentes y los dueños de negocios afectados recibirán, a través de un mensaje de texto, una alerta con suficiente antelación.
Servicio de aparcamiento automatizado
Muy vinculada al clima también es la solución desarrollada en colaboración con Intel, denominada ‘Climo’. Se trata de un sistema de monitorización de microclima que mide y analiza 12 parámetros fundamentales para la calidad del aire, incluyendo el dióxido de carbono, el óxido de nitrógeno, la temperatura y la humedad relativa. El dispositivo mide apenas una centésima parte del tamaño de los sistemas convencionales, y su coste es la décima parte. Este desarrollo ha sido galardonad con el Premio ‘CES Honoree Innovation Award’ en la categoría de smart cities.
Por otra parte, está previsto que Bosch y Daimler lancen en los próximos días un servicio de aparcamiento automatizado en el parking del Museo Mercedes-Benz en Stuttgart que buscará una plaza libre al vehículo y lo aparcará sin necesidad de conductor.