La Comunidad Valenciana quiere que el 25% de los vehículos que circulen en 2030 sean eléctricos. Es el objetivo que se ha marcado la consejería de Economía Sostenible en el Plan del Vehículo Eléctrico y Despliegue de la Infraestructura de Recarga, presentado el pasado el pasado jueves por el consejero del sector, Rafa Climent, y la directora general del Ivace, Júlia Company.
Según explicó el consejero, con este plan, la Comunidad da prioridad al cambio de modelo energético. El documento ha sido elaborado por el Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (IVACE) y el Instituto Tecnológico de la Energía (ITE) y nace «de la necesidad de estimular la demanda de los vehículos eléctricos, desarrollar una verdadera infraestructura de recarga y establecer una serie de medidas de acompañamiento que permitan conseguir los objetivos propuestos», argumentó Climent.
Despliegue de casi 2.400 puntos de recarga
Junto al objetivo de implantación del vehículo eléctrico, situado en 260.000 vehículos en 2030, el Plan recoge también los objetivos en materia de la infraestructura de despliegue de recarga. Así, se contempla conseguir para 2030 un total de de 270 puntos de recarga rápida (30 minutos de tiempo necesario para la recarga del 80%) y 2.100 puntos de recarga semi rápida (entre una y dos horas para la recarga del 100%).
Estas cifras se traducen en la ubicación de dos estaciones de recarga rápida (con tres tomas cada uno de ellos) cada 50 kilómetros, que estarán situados en las principales vías de circulación interurbana y áreas periféricas de las principales ciudades, así como en puntos vertebradores y garantistas de la movilidad. En cuanto a los puntos de carga semi rápida previstos, se instalarán en los principales núcleos urbanos, distribuidos según factores socio-económicos, haciendo hincapié en los centros del sector terciario tractores de movilidad, como centros comerciales, centros deportivos, etc, y puntos vertebradores.
Disminución de emisiones
La consecución de estos objetivos lleva asociada una importante disminución de de las emisiones de efecto invernadero, que el Plan sitúa en 622.000 toneladas de CO2. Actualmente, el transporte es el principal consumidor de energía de la Comunidad Valenciana, el 40% de la energía final, con la particularidad de que, prácticamente, todo su consumo es de derivados del petróleo, lo que incrementa notablemente las emisiones contaminantes.
El Plan también recoge la creación de la Mesa de la Movilidad Eléctrica de la Comunitat Valenciana, en la que se analizará la evolución de la movilidad eléctrica y, en particular, el grado de avance en relación con los objetivos planteados en este plan. En la mesa estarán representadas administraciones, organizaciones empresariales, organizaciones sindicales, asociaciones de consumidores y usuarios, así como otros actores sociales y económicos relevantes en relación con la movilidad eléctrica.