La accesibilidad en la ciudad toma protagonismo en Santander con la puesta en funcionamiento de nueve rampas mecánicas instaladas en diferentes calles para salvar 61 metros de desnivel en zonas de gran pendiente que separan el centro de la ciudad y General Dávila y facilitar la comunicación.
Todas ellas sumarán en conjunto 235 metros de longitud y ha supuesto una inversión de más de dos millones de euros. Estas rampas salvan un desnivel medio del 12,7%, alcanzando una pendiente máxima del 16% en uno de los tramos de rampa mecánica. Cuatro rampas en Francisco de Quevedo y cinco en Vista Alegre.
Las rampas han sido instaladas por Thyssenkrupp Elevator y cuentan con sistemas de seguridad antideslizante en paletas y tapa, telecontrol con cámaras con sistema TKNView e iluminación bajo los pasamanos mediante LEDs blanco de bajo consumo.