Tenerife ha sido el escenario de la Conferencia Internacional sobre Sostenibilidad y Competitividad en los Destinos Turísticos celebrada del 15 al 16 de junio y que ha dado como resultado la denominada Declaración de Arona, un documento que marca la hoja de ruta que deben seguir los destinos turísticos de todo el mundo para ser sostenibles.
Esta declaración aboga por una amplia alianza entre los destinos turísticos a favor de la sostenibilidad y basada en una serie de principios ratificados por los asistentes a la Conferencia. Entre estos principios se encuentra el avance hacia un futuro de destinos turísticos libres de emisiones, donde se promueva la movilidad sostenible y se garantice la transición hacia el 100% de energías renovables.
Los firmantes acordaron desarrollar una gobernanza participativa de los destinos «reconociendo la necesidad de aunar voces, sumar recursos y planificar, de forma consensuada con la comunidad local y con un horizonte a largo plazo, la transición hacia los destinos sostenibles, inclusivos y resilientes». Además, la Declaración de Arona recoge otros principios como el fomento del uso eficiente de los recursos, el apoyo a las economías locales verdes, el consumo de proximidad y la economía circular.