El secretario de Estado para la Sociedad de la Información y la Agenda Digital, José María Lassalle, ha anunciado este miércoles la puesta en marcha de la Estrategia de Territorios Inteligentes que dará continuación al actual Plan Nacional de Ciudades Inteligentes del Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital (MINETAD).
Lassalle, durante su visita al Foro Greencities de Málaga, ha explicado que este nuevo plan quiere ampliar el concepto de ciudad inteligente y extenderlo al turismo inteligente, las comunidades rurales inteligentes y los servicios públicos inteligentes o servicios públicos 4.0.
La Estrategia de Territorios Inteligentes, que impulsa la aplicación de las tecnologías de la información y la comunicación al funcionamiento de las ciudades, el turismo, las zonas rurales o los servicios públicos con el objetivo de mejorar la eficiencia y el desarrollo económico, social y ambiental de las entidades, se concretará en los próximos seis meses y se llevará a cabo en el periodo 2017-2019.
Ejes de actuación de la Estrategia de Territorios Inteligentes
Entre sus ejes de actuación está, en primer lugar, el turismo inteligente, para desarrollar propuestas que aumenten al máximo la experiencia del turista, aprovechando el Big Data y las comunicaciones para facilitar, ampliar, personalizar y conectarlo con la oferta existente.
En segundo lugar, el impulso de las comunidades rurales inteligentes, en línea con los compromisos adquiridos en la última Conferencia de Presidentes con el objetivo de afrontar el reto demográfico de España, para ayudar a los municipios y a sus habitantes a mejorar el rendimiento de sus sectores productivos a través de soluciones tecnológicas.
El tercer ámbito de actuación, finalmente, serán los servicios públicos 4.0, es decir, la creación una solución tecnológica que ayude a filtrar la oferta y los requerimientos públicos según las necesidades del individuo.
El primer Plan Nacional de Ciudades Inteligentes se puso en marcha a principios de 2015 en el marco de la Agenda Digital para España y contó con un presupuesto de 188 millones de euros. La Estrategia de Territorios Inteligentes aspira a lograr el mismo consenso que logró su antecesor entre entidades locales, la industria y la Administración General del Estado.