A falta de un año y medio para que termine el plazo que obliga a las distribuidoras a sustituir los contadores de electricidad analógicos por otros inteligentes, Iberdrola ha anunciado que el 90% de su parque de medidores ya es telegestionado, lo que supone algo más de 9,5 millones de contadores del total de 10,6 millones de equipos que gestiona.
Esta adaptación a la red inteligente permite a la distribuidora monitorizar y actuar a distancia y de forma automática sobre la red eléctrica. De este modo, puede adelantarse a posibles incidentes. Por otra parte, la información que facilitan los contadores inteligentes permite operar la red eléctrica de distribución de forma más eficiente, reduciendo las pérdidas y de manera más segura.
Para el consumidor, la telegestión supone la posibilidad de consultar a través de la web de sus curvas de consumo diario, semanal y mensual, así como la demanda de potencia máxima, entre otros muchos datos. Esta información permite conocer la forma en la que se distribuye el consumo de energía eléctrica y hacer un uso eficiente del mismo, así como decidir el tipo de tarifa que se adapta mejor a cada perfil. Además, los contadores digitales emplean claves criptográficas de alta seguridad, de acuerdo a los estándares establecidos internacionalmente en el sector y que permiten que los paquetes de datos salgan cifrados y autenticados.