Ciudades en todo el mundo están concienciadas con el problema que supone para la salud la contaminación y tratan de mejorar la calidad de aire reduciendo su principal causa, el tráfico rodado. En este sentido, los avances tecnológicos en comunicación y sensorizado pueden mejorar la toma de decisiones de las ciudades, como en el caso de Chester (Reino Unido), que utiliza la tecnología de Internet de las Cosas (IoT) para intentar reducir la contaminación causada por el tráfico enlazando datos de calidad de aire con el sistema de control del tráfico de la autoridad local.
El objetivo del proyecto era comprobar la idoneidad de una plataforma de datos integrados en el centro de la ciudad. El principal esfuerzo se invirtió en combinar los datos procedentes de la red de monitorización con el sistema de gestión del tráfico que permitiera aliviar los atascos en determinados puntos de la ciudad. La compañía española Advanticsys proporcionó una red de unidades de monitorización de calidad de aire que miden contaminantes clave como óxido nítrico (NO), dióxido de nitrógeno (NO2) y partículas (PM).
La doctora Hannah Newton, responsable del proyecto, de la empresa británica C-Tech Innovation, explicó que se han «instalado las estaciones inalámbricas de medición de calidad de aire en la zona del Cheshire West and Cheshire (CWAC) en postes de iluminación, comunicando sus datos a través de la red móvil 3G. El concepto del proyecto es permitir que el sistema de gestión de tráfico actúe sobre los semáforos y otras señales a partir de los datos procedentes de los sensores. De este modo, se reducen los puntos críticos causados por los embotellamientos.” La solución end-to-end de la empresa española se completó con la plataforma Concordia Cloud, donde los datos se envían en tiempo real y desde donde se generan eventos notificables por correo electrónico.